J- ¡CYN!
Cyn- ¿Qué? Estoy tratando de cooperar emocionalmente, mujer.
N se tapó la cara con ambas manos. Ya sentía venir el desastre.
Uzi llegó esa noche. Vestido como siempre: negro, serio, mirada algo criminal pero con esa ternura maldita que lo derretía. Cuando entró, J lo miró como si fuera a arrestarlo ella misma.
N- Gracias por venir, Uzi -le dijo abrazándolo.
Uzi- No hay de qué. No sé si es buena idea... pero lo haré. Por ti.
J- Qué romántico —ironizó—. Quizás en la misa podrías leer un poema satánico para amenizar.
Uzi alzó una ceja.
Uzi- Solo si tú cantas el Ave María en modo punk.
N sonrió nerviosamente mientras J bufaba de frustración. Cyn ya tomaba fotos del grupo, y V preguntaba si podían parar en una bodega antes del funeral.
Todo indicaba que el velorio del tío Ramón... no iba a ser precisamente tranquilo.
Al día siguiente la mañana del funeral amaneció gris, con una llovizna ligera como si el cielo quisiera acompañar el luto... o prepararse para presenciar un circo.
N se ajustó la corbata con el espejo del pasillo mientras escuchaba a lo lejos cómo J regañaba a Cyn por tercera vez en menos de veinte minutos.
J- ¡Te dije que NO vinieras con pantalón de cuero! —vociferaba—. ¡Parece que vas a un concierto, no a despedir a un familiar!
Cyn- Negro es negro, ¿no? ¿No es ese el código del duelo? -respondió comiendo una galleta como si nada.
J- ¡Y esa blusa tiene escote!
Cyn- Y mi alma tiene agujeros. Todos sufrimos, hermana.
V apareció detrás de ellas, vistiendo una camisa blanca abotonada hasta el cuello, con una chaqueta gris que la hacía ver como una estudiante de derecho en bancarrota. Llevaba lentes oscuros, a pesar del clima nublado.
J- ¿Los lentes por qué? —preguntó molesta.
V- Estética fúnebre, deja de juzgar mis decisiones-. Se ajustó las gafas como una diva de novela mexicana.
Uzi llegó puntual. Sorprendentemente formal: pantalón negro, camisa blanca y una chaqueta sencilla. Nada de cadenas, púas o calaveras. Hasta se había peinado.
N lo miró como si hubiera presenciado un milagro.
N- Te ves... normal —susurró.
Uzi- Y tú, muy elegante. Aunque el nudo de la corbata parece estrangularte.
N- Es que me siento estrangulado.
Uzi- Relájate —Le dio un beso rápido en la mejilla—. Solo iremos, mostraremos respeto y volveremos sin causar desastres.
Detrás de ellos, Cyn se atragantó de la risa.
N- ¿Sin causar desastres? ¿Con J, V y yo en el mismo vehículo? Estás soñando, amorcito.
J frunció el ceño.
J- Ni una palabra inapropiada, ni una broma, ni un comentario sobre la comida. ¿Entendido?
Cyn- Claro, J. Yo soy la elegancia fúnebre en persona -contestó con una reverencia dramática.
Todos subieron al auto: N al volante, Uzi en el copiloto, y las tres hermanas atrás. El ambiente era tan tenso que incluso la radio prefirió no sonar.
Después de diez minutos de silencio, V rompió el hielo:
V- ¿Ya pensaron qué van a decir cuando los saluden? O sea, ¿el típico "mi más sentido pésame" o algo más profundo?
BẠN ĐANG ĐỌC
One Shot ^^
Truyện NgắnEn esta sección podrás leer historias cortas (de un solo capítulo) o quizás el inicio de otras historias a futuro aquí
"Descansa en Paz"
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