"Que no sea ella, que no sea ella..." repetía en mi mente. Se acercó a nuestro grupo.

Taylor: Por fin, Lern.

Genial, si es ella.

XX: Mucho gusto. Soy Lauren Jauregui.

Lo dijo como si su nombre fuera el de una estrella famosa. Yo solo me crucé de brazos, la miré de arriba a bajo y volteé los ojos. Y adivina, Dinah seguía durmiendo. Su único propósito era apoyarme en esto y estaba bien inconsciente.

Sinuhe: Mucho gusto Lauren.

Alejandro: Creo que ahora que están todos nos podemos presentar. Yo me llamo Alejandro ella es mi esposa Sinuhe. Ella es mi hija mayor Camila y esta pequeña es la menor Sofia.

Lauren: Hola Sofi -la saludó con la mano sonriendo.

Sofi: Hola hermana nueva -dijo alegremente.

Mi papá los ayudó con las maletas. Nos fuimos al estacionamiento lo único que yo pensaba era "Qué no se vaya en mi auto... que no se vaya en mi auto..."

Alejandro: Taylor y Lauren se van con Camila y Dinah.

Bien papá, bien. Mi día no podía ser peor. A parte estaba super molesta con Dinah y no le quería hablar. Así que le pedí a Taylor que se sentara de copiloto. Mi papá colocó las maletas en la cajuela. Y arranqué. Yo coloqué a Ed para ver si me alegraba un poco el día.

Taylor: Hey, Ed es el mejor. Yo lo amo.

Esta niña me cae mejor cada vez más.

- Si, él es mi cantante favorito.

Lauren: Para mi es solo ruido. Pon algo de Lana del Rey, eso sí es música.

Yo sólo le envié un mirada de rabia por el retrovisor. Decidí que si hacía como si ella no existiera puede que me fuera un poco mejor.

Nos fuimos en silencio hasta la casa. Los chicos nuevos subieron a acomodar todo y asearse un poco. Mi mamá se fue a la cocina a preparar algo de comida. Sofia se fue a su cuarto y mi papá estaba arriba. Yo me quedé con Dinah en la sala, tratando de desahogarme.

- Pero es que lleva unas horas en este país y ya no la soporto.

Dinah: Pero Mila dale la oportunidad siquiera.

- Yo también estoy molesta contigo! Como te vas a dormir en medio del aeropuerto y dejarme sola en mi sufrimiento -exageré.

Dinah: Tampoco fue tan malo.

- Ah no?? Tenías que ver solo como ella apareció. Tiene un ego tan enorme como el Everest.

Dinah: Bueno, bueno -dijo riendo- Yo te pido perdón pero en serio estaba muy cansada. Y sólo te digo que deberías tratar de conocerla primero.

- Si esta bien -dije perdonándola. Es mi mejor amiga y no puedo aguantar mucho enojada con ella.

Dinah: Bueno Mila, ya me tengo que ir. Después me cuentas como te fue todo. Ahora sube a conocerla.

- Si está bien, adiós. Y gracias igual -dije levantándome y abrazandola.

Ella se despidió de todos y se fue. Yo decidí subir a mi habitación, pues Dinah tenía algo de razón.

Cuando entré a esta. No era mi habitación! Tenía 5 minutos en mi casa y ya había cambiado todo. Digamos que yo no soy muy ordenada y me gusta tener mi cuarto como lo tenía. Ahora está en un orden tan perfecto que asusta.

Me paré en medio del cuarto, crucé mis brazos y esperé a que ella llegará. 2 minutos después entró secándose el cabello con una toalla. Ya traía una ropa más cómoda: un short corto negro dejando ver sus perfectas y blancas piernas, una camisa holgada de Lana del Rey y estaba descalza. Lo que si noté y debo admitir es que ella no tenía las gafas de sol. Y nunca en mi vida había visto un color más perfecto, extraño y hermoso de ojos como el de ella. Pero eso no disminuía mi enfado. Así que me decise de esos pensamientos y cerré los puños.

- Tú quién te crees que eres??!! -hablé bastante molesta.

Lauren: Lauren Jauregui por?

- Cómo te atreves a tocar mis cosas??!

Lauren: Por Dios niña tenías un enorme desorden acá. Creo que más bien te hice un favor.

"Pero esta tipa que le pasa!! Niña?!"

- Primero yo no soy una niña. Segundo esta es mi habitación y la tengo como yo quiera. Tercero nadie te dio permiso de cambiar algo.

Lauren: Wao veo que ya sabes contar -es insoportable- Igual tu padre me dijo que me sintiera como en mi casa y que esté sería como mi cuarto. Y eso hice. No puedo vivir con tu desorden -lo dijo en tono picoso.

- Tienes 5 minutos en esta casa y ya no te soporto.

Dicho esto salí de mi habitación tirando la puerta y bajé hecha furia a la cocina.

- Mamá! Tienes que ver como Lauren ya cambió toda mi habitación.

Sinuhe: Bueno hija, nosotros le dijimos que esta era su casa y ahora ella puede hacer eso para sentirse más cómoda. Son nuestros huéspedes y hay que hacerlos sentir bien.

"Genial, ahora mi mamá esta de su lado." Me fui al baño, me di una ducha bien fría. A ver si me calmaba un poco. Me puse una toalla que envolvía mi cuerpo y otra hecha un moño en la cabeza.

Cuando entré a mi cuarto estaba ella sentada en la cama. "Genial, ahora ni privacidad tendré."

- Puedes salir para vestirme -hablé dominante.

Lauren: Hazlo, no saldré.

- Sal de mi cuarto. Ahora!

Lauren: No lo haré, todavía tengo que hacer cosas aquí.

- Es solo un momento -dije entre dientes, tratando de controlarme.

Lauren: Bien, tienes 5 minutos.

Genial, ahora tengo el tiempo medido para estar en MI CUARTO.

Ella se levantó y salió, yo cerré la puerta con fuerza y puse el seguro. Todavía no sé si es una violadora.

Me vestí lo más rápido que pude. Colocandome un short corto rosa, una camiseta olgada con la imagen de Ed. Y mis pantuflas rosas. Cuando escuché que tocaron.

Lauren: Tu tiempo se acabó -dijo sin parar de tocar.

Abrí la puerta de mala gana y me senté en mi cama, me recosté al cabezal y extendí las piernas, tratando de relajarme un poco.

Lauren: Ahora, te dejaré escoger como dormiremos.

- Ah vaya gracias -dije sarcásticamente- Yo dormiré del lado izquierdo y tu del derecho. Y no quiero que me toques.

Lauren: Bien, espero que tu no ronques.

Dicho esto se arrodilló cerca de su maleta y comenzó a sacar otras cosas. Yo recosté la cabeza y cerré los ojos.

Sin darme cuenta me quedé dormida. Hasta que escuché su irritante voz que me llamó.

Lauren: Tu mamá me envió a decirte que bajes a comer -habló seca.

- No tengo hambre -dije igualmente.

Lauren: Deberías comer, a ver si así rellenas un poco los pantalones.

Abrí los ojos y ella ya no estaba. Ella ya me tiene pero al límite de explotar. No puedo creer que de ahora en adelante la veré todos los días. Usaré una semi ley del hielo. Solo le hablaré si es necesario.

Empecé a escribirte. Pues necesitaba desahogarme con alguien. Que no me criticara, que no le diera la razón a mi "nueva insoportable hermana". Que solo me escuchara. Creo que si me siento mejor. Eres un buen regalo.

Adolescentes en Casa (Camren)Where stories live. Discover now