N abrió la boca... y no dijo nada.
Uzi lo sabía.
Le sonrió con malicia.
Uzi- Eso pensé.
Y sin más aviso, Uzi bajó la cabeza y comenzó a besarle el pecho expuesto, sus labios cálidos y decididos, dejando rastros húmedos que hicieron a N soltar un gemido involuntario.
Uzi se detuvo solo un momento, alzando la vista como quien acaba de ganar una guerra:
Uzi- Awww... el esposo gime bonito.
N enterró la cara entre las manos, muerto de vergüenza. Pero no se movió. No lo empujó. No protestó.
Uzi se inclinó otra vez, ahora más cerca de su abdomen, mientras sus dedos jugaban con el borde del pantalón.
Uzi- ¿Jugamos un poco más... o prefieres que pasemos directo a hacer los hijos?
Los besos llegaron sin pedir permiso. Al principio, Uzi se inclinó sobre N con lentitud, como un felino tanteando a su presa. Pero cuando sus labios se unieron, ya no hubo espacio para la timidez. Fue suave al inicio, casi como un roce juguetón... hasta que Uzi mordisqueó apenas el labio inferior de N, arrancándole un suspiro entrecortado.
N quería protestar, quería decir algo como "esto está mal" o "deberíamos parar"... pero ninguna frase encontraba salida. Todo su cuerpo estaba enfocado en una sola cosa: las manos de Uzi deslizándose por debajo de su camisa abierta, explorando con una seguridad desconcertante.
Uzi- Tócame como si me amaras... pero con hambre -susurró contra su boca, con esa voz que parecía derretirle la espina dorsal.
Y N, sin entender cómo, obedeció.
Sus manos se deslizaron por la espalda desnuda de Uzi, bajando con torpeza hasta su cintura. Sintiendo esa piel caliente, los hombros tensos pero receptivos, la respiración que se aceleraba a medida que sus dedos se aferraban a él. Uzi era un torbellino dulce, una tormenta envuelta en piel tersa y voz baja que lo incitaba con cada movimiento, cada roce, cada palabra maliciosa.
El delantal se había aflojado a la altura del cuello y resbaló hacia un costado, revelando más piel, más tentación. N se había sonrojado hasta las orejas, pero sus manos no se detuvieron. No podía. Cada caricia que daba provocaba un jadeo suave, un leve arqueo de cuerpo, una respuesta que lo embriagaba.
Uzi- Eso está mejor... -ronroneó apoyando la frente en la de él mientras se frotaba con descaro contra su cadera-. Por un momento pensé que eras de los que sólo ven películas y se duerme.
N- T-tú me estás provocando...
Uzi- Ajá. Y lo disfrutas.
N cerró los ojos con fuerza, como si eso pudiera frenar lo que pasaba. Pero cuando los abrió, se encontró con los ojos brillantes de Uzi, dilatados, ardientes, decididos. La forma en que lo miraba era suficiente para prender fuego a cualquier inhibición.
Uzi se inclinó de nuevo, esta vez no por los labios, sino directo al cuello. Besó, succionó, dejó una marca con toda la intención del mundo.
Uzi- Te tengo que decorar un poco... no vaya a ser que te olvides con quién jugaste hoy.
N se estremeció. Una mezcla de calor y escalofrío le recorrió la columna. Su cuerpo reaccionaba sin pedirle permiso, sin razonar. Todo era instinto.
El ritmo se aceleró. Las caricias se volvieron más intensas. Uzi subió y bajó sobre él con lentitud calculada, rozando justo donde sabía que lo haría temblar.
En un momento, N se dejó caer de espaldas en el sofá, jadeando, mientras Uzi se acomodaba sobre él sin dejar de besarlo. Su cabello negro caía a los lados, haciéndole cosquillas en las mejillas.
KAMU SEDANG MEMBACA
One Shot ^^
Cerita PendekEn esta sección podrás leer historias cortas (de un solo capítulo) o quizás el inicio de otras historias a futuro aquí
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