~Angel y Demonio~

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Uzi- Podemos jugar a algo -susurró.

N- ¿A qué?

Uzi- A que tú eres el ángel tentado... y yo soy la tentación.

N- Eso no es un juego. Eso es... la historia de mi ruina.

Uzi- Perfecto. Vamos a hacer historia.

Entonces lo besó. No fue suave. Fue directo, caliente, firme. Un beso que no pedía permiso, pero que, aun así, N aceptó con los ojos cerrados.
Porque, aunque sus alas eran falsas, el vértigo que sentía era muy real.

Cuando se separaron, N tenía los labios hinchados y los ojos húmedos.

Uzi- ¿Estás bien? -preguntó esta vez con voz algo más suave.

N- Sí. Solo... esto no estaba en el guion.

Uzi- Improvisar es parte del juego -sonrió.

Uzi alzó las manos y empezó a quitarle las alas falsas a N con delicadeza.

Uzi- - Vamos a dejar la santidad en la puerta -dijo.

N- ¿Y tú?

Uzi- Yo ya la perdí hace rato -guiñó un ojo-. Pero contigo... puedo intentar algo nuevo. O algo prohibido.

Y N no respondió. Solo lo miró, respiró hondo... y no salió por esa puerta.

Las alas falsas de N descansaban ahora en el respaldo de una silla rosada. El ángel estaba desarmado.

Uzi, por otro lado, parecía cada vez más en su elemento.

Se quitó la chaqueta de cuero, revelando una camiseta ajustada negra con la palabra "HELL" en letras rojas brillantes.

Y N no podía dejar de mirarle los brazos.

Uzi- ¿Estás seguro de esto? -preguntó dando un paso hacia él, más cerca.

N- No lo sé -respondió con honestidad-. Pero... tampoco estoy diciendo que no.

Uzi- Entonces lo tomaré como un sí.

Uzi lo tomó del mentón, con ese tacto que parecía mezcla de burla y ternura, y volvió a besarlo.

Esta vez más lento, más consciente.
Como si saboreara cada segundo.
Como si supiera que estaba rompiendo reglas y le encantara.

N cerró los ojos, apoyó las manos en su pecho y luego las bajó, sintiendo el calor bajo la tela.
Podía oír su corazón. No estaba seguro si era el suyo o el de Uzi, pero latía fuerte. Muy fuerte.

N- Esto es pecado -susurró entre suspiros.

Uzi- Entonces vámonos al infierno juntos -respondió con una sonrisa torcida.

Se separaron por un instante. Uzi tomó un pequeño control remoto y apagó las luces LED rosas, dejando encendida solo la guirnalda de luces cálidas que bordeaba el espejo. La habitación cambió: se volvió íntima, tenue, mágica.

Uzi- No tenemos que hacerlo todo, ¿sabes? -dijo volviendo a él.

N- ¿Qué es "todo"?

Uzi- Lo que tú quieras que sea.

N tragó saliva.

N- Quiero... entender por qué me gustas tanto si eres tan insoportable.

Uzi- Qué romántico -bromeó-. Yo también quiero entender por qué me gustas si eres tan cobarde.

N- ¡No soy cobarde!

Uzi- Entonces no tiembles.

N- No estoy temblando por miedo, idiota.

One Shot ^^Where stories live. Discover now