~Todo por una chompa~

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J- No va a pasar nada —insistió, aunque ya estaba pisando el acelerador con un poco más de fuerza—. Pero por si acaso, apúrense. No quiero que dejen los helados derretirse. Y tampoco quiero a Uzi haciendo de las suyas en mi casa. Otra vez.

V y Cyn ¿Otra vez? —preguntaro al unísono, pero J solo apretó el volante sin responder.

Cuando llegaron, todo parecía en calma.

Demasiada calma.

Las luces de la casa estaban encendidas, la puerta cerrada, y desde fuera no se oía absolutamente nada. J frunció el ceño como una inspectora de CSI.

J- ¿Ves? No pasa nada —dijo, aunque incluso ella sonaba como si intentara convencerse a sí misma.

Entraron a la casa con las bolsas en mano. Todo seguía… en orden. Demasiado en orden. Como cuando un niño limpia su cuarto en tres minutos y te dice que "ya terminó".

V- ¿Dónde están? —preguntó mirando hacia el sofá vacío.

Cyn- Quizás fueron a comprar más juegos —sugirió Cyn, sacando su celular y empezando a grabar un video para su historia de Instagram—. O quizás están arriba, compartiendo bibliografía académica. ¿Verdad, J?

J- No es gracioso.

Cyn- ¿No?

En ese momento, como si el universo hubiera activado su sentido del espectáculo, se escuchó.

Primero, un leve crujido. Luego, algo como una palmada húmeda. Luego…

N- Aaah…~ ¡Uzi…~ más…!~

Las tres se quedaron congeladas. Literalmente. Hasta el helado dejó de gotear.

J soltó las bolsas. Los tomates rodaron por el piso como si supieran lo que se avecinaba.

J- No… no puede ser… —murmuró ella.

Y acto seguido…

¡PUM!

J se desmayó.

V corrió a ayudarla mientras intentaba que no cayera encima de los tomates. Cyn simplemente subió el volumen de su grabación.

Cyn- Esto se va a volver viral —susurró con una sonrisa, girando la cámara a sí misma—. “Cuando descubres que tu hermanito no es tan inocente como pensabas.”

Cyn- ¿Está… viva? —preguntó  agachándose junto a J con una cucharada más de helado aún a medio camino de su boca.

V- ¡No la molestes, Cyn! —espetó, abanicando torpemente con una bolsa de papas fritas mientras J seguía desmayada en el suelo de la entrada.

Cyn- ¿Qué? Solo pregunto. Además, no me extrañaría que se le haya apagado el sistema operativo. Ese “¡Uzi más!” le explotó las neuronas.

V- Shhh, ¡baja la voz! — susurró con urgencia, aunque también miraba hacia la escalera como si fuera a estallar en llamas en cualquier momento—. ¿Y si todavía están… ya sabes… en medio de la función?

Cyn alzó una ceja con expresión impasible.

Cyn- Entonces deberíamos cobrar entrada.

V no pudo evitar soltar una risa histérica mezclada con horror, justo cuando J dio un respingo y se incorporó de golpe como si acabara de revivir gracias a un desfibrilador invisible.

J- ¡¿QUÉ FUE ESO?! —bramó, con los ojos como platos.

V- Respira, J —dijo con cautela—. No te mueras. Al menos no antes de que los atrapes.

One Shot ^^Donde viven las historias. Descúbrelo ahora