Capítulo 2: Historias

4.8K 465 64
                                    

 —¡Estás loco Jack! ¿En qué estabas pensando? —dijo Norte, exasperado.

Jack había regresado a su mundo de repente, en apenas un pestañeo. Aun no sabía cómo ni por qué, pero estaba en la fortaleza de Norte rodeado por los demás guardianes: Bunny, el conejo de Pascua, Toothiana, el hada de los dientes y Sandy, el creador de sueños. Ninguno de ellos parecía contento.

—Solo intentaba hacer mi vida un poco más interesante —contestó Jack, apoyándose sobre su bastón, sin darle demasiada importancia —. Pero tranquilo viejo, tengo aquí tu bola mágica. — Metió la mano en el bolsillo y sacó la esfera, extendió la mano, y cuando Norte fue a cogerla Jack la retiro rápidamente. —Ah, ah, ah: no. ¿Qué es esto? No es como las demás.

Norte no contestó.

—Jack devuelve eso ahora mismo —exigió Bunny —, con lo de hoy ya has tenido emoción para años.

—Oh sí, lo siento, pero yo no me paso la vida pintando huevos en una madriguera.

—Pues tal vez deberías empezar, lo que has hecho ha sido una insensatez —dijo Bunny, a tiempo que fruncía su peludo ceño.

—¿Por qué? ¿Qué pasa con esta cosa, es que nadie va a explicármelo?

—Jack... —comenzó Norte —. Esto no es más que un invento fallido. Hace años pensé que había otros mundos y en ellos, más niños a los que ayudar... pero me equivoque —explicó en tono apenado, bajando la mirada.

—¡No, no te equivocabas! ¡Yo he estado allí y he encontrado a una niña! ¡¡Una niña que podía verme!! Parecía triste y asustada...

—No sigas Jack —le cortó el barbudo —, olvídate de esa niña, no puedes hacer nada por ella. —Hizo una pausa, apenado, y tomó aire antes de continuar. —Somos los guardianes de este mundo, no del suyo, ni de ningún otro. Este es nuestro sitio.

Norte extendió la mano para que le entregara la esfera. Jack, dudoso, miró a su alrededor, tanto Sandy como Toothiana observaban la escena resignados.

—Jack... por favor... —suplicó Toothiana con un hilo de tristeza en su voz.

Jack entregó a Norte la esfera de mala gana. Se dispuso a irse pero recordó una cosa que debía preguntar.

—¿Cómo me trajisteis de vuelta?

—Preferiría que no lo supieras —contestó el hombre, cabizbajo.

<<Me encanta que confiéis tanto en mi>>.

Con este pensamiento y sin decir nada más tomó rumbo a su hogar, pensando por el camino en todo lo sucedido: la bola mágica, el nuevo mundo, la niña, el temor de Norte. No podía dejar de pensar y siguió cavilando una vez hubo llegado a su cueva.

¿Qué no podemos ayudar a otros niños? ¿Acaso lo ha intentando? ¿Hay guardianes en los otros mundo? ¿Si esa niña no sabe quien soy por qué puede verme? ¿Por qué tiene esos extraños poderes? ¿A caso todos en ese mundo los tienen? ¿Cómo me han traído de vuelta? Siguió dándole vueltas hasta bien entrada la noche, cuando oyó un suave aleteo en la entrada de la cueva.

—¿Jack? —dijo suavemente Toothiana —¿Jack, estas ahí?

—¿Qué pasa Hada, hoy no hay dientes que recoger? —contestó mal humorado, asomándose hacia la entrada.

—¡Oh, no! Siempre hay dientes que recoger. Pero he venido a hablar contigo, creo que es más importante.

—¡Vaya, que privilegio!

—Jack, por favor, escúchame. Voy a contarte algo importante, sobre lo que ha ocurrido hoy y lo que ocurrió hace años. —Jack, algo perplejo, invitó a entrar a Toothiana con un gesto de cabeza. Ella le siguió hasta el interior de la cueva. Ambos se sentaron en el suelo, uno frente al otro. —Jack, por favor, no te tomes a mal lo que ha pasado hoy. Norte ha tenido una mala experiencia con esa esfera mágica y no quiere que la historia se repita.

Hielo y Escarcha ❆Jelsa❆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora