la academia distrital melancholy a primera vista puede aparentar ser como un colegio común y corriente, pero al cruzar la puerta se conocen muchas historias, la de cada alumno, la de sus amigos, la de los profesores y hasta la de sus familias. serim...
jungmo lo haría pagar con sangre cada dolor y lágrima, sin duda que lo haría.
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hanbin estaba sentado frente a su escritorio, organizando un montón de papeles dispersos que había acumulado durante la semana. el sonido del papel arrugado al ser acomodado y el leve rasgueo de su bolígrafo llenaban la habitación cuando, de repente, un ruido en la puerta lo interrumpió. sin siquiera mirar, lanzó una pregunta.
—¿qué necesitas, seongmin?
la puerta se abrió lentamente y seongmin entró con los brazos cruzados, era un gesto que delataba tanto confianza como una especie de berrinche.
—¿cómo supiste que era yo? —dijo seongmin, sorprendiendo a hanbin con su presencia.
hanbin giró la cabeza hacia él y sonrió con complicidad.
—somos hermanos. te conozco hasta la forma de respirar.
seongmin se rascó el brazo en una mezcla de incomodidad y frustración ante la respuesta de su hermano. hanbin lo observó con curiosidad.
—¿qué pasa? —preguntó, notando el nerviosismo en su voz.
seongmin tomó aire mientras soltaba su preocupación más urgente:
—hanbin, debes regresar a casa... no quiero que vivas con el psicólogo del colegio. ¿sabes el bullying que me van a hacer? seré como matthew... me dirán lamebolas o nepobaby o alguna de esas cosas. ¡déjalo, ahora!
hanbin alzó una ceja, intrigado por su súplica.
—¿te mando a yujin? —dijo con tono juguetón pero alerta.
seongmin chilló al pensar en las consecuencias de esa simple frase y juntó las manos en un gesto desesperado por piedad.
—¡por favor! no le digas nada a zhanghao o a yujin. ¡me va a matar! yo no quería pero me obligaron... ¡piedad!
con un suspiro resignado, hanbin reflexionó sobre la situación mientras se pasaba una mano por el cabello.
—no sé qué hacer para caerle bien...
seongmin lo miró fijamente antes de decidir ayudarlo
—¿quieres un consejo, bin? yo sé que soy medio bruto y todo eso.. pero quizás te puedo ayudar.
hanbin lo miró atentamente y respondió:
—no eres bruto. solo que no ordenas bien tus ideas. anda, dime.
seongmin se acomodó en el borde del escritorio como si estuviera por revelar un gran secreto:
—yujin piensa que vas a reemplazar a su otro papá... ¿qué tal si hablas con él? hazle saber que no estás ahí para reemplazar a nadie porque nadie es reemplazable y solo quieres amar a hao; eso no es un pecado. su padre siempre estará presente y tú no pretendes que se olviden de él. quizás así se sienta mejor... no sé...
