la academia distrital melancholy a primera vista puede aparentar ser como un colegio común y corriente, pero al cruzar la puerta se conocen muchas historias, la de cada alumno, la de sus amigos, la de los profesores y hasta la de sus familias. serim...
—¿a mi que me interesa hablar con esta señora, mamá? no me importa en lo absoluto.
—dongyun, ella solo quiero ayudarlos.
—¡y yo ya le dije todo lo que sé!
bora suspiró, mirando al muchacho.
—es normal que este así... me acaba de conocer y se siente amenazado. pero dongyun, te aseguro que nada de esto es para perjudicarlos.
dongyun tomó aire y miró a la señora.
—con todo el respeto, señora... yo ya le conté lo que debía y no sé más. ¿me puedo ir o no?
—¡dongyun!
—sí, puedes irte.
—gracias.
dongyun se levantó, siendo seguido por su madre.
—te pasaste de grosero.
—solo le hable normal.
—¡es que me parecen insólitos estos puntos! —woobin leía el folleto con las quejas de las estudiantes—. ¿reducir las tareas? hacerlas es su obligación.
—a mi me parece justo —habló serim—. yo pienso igual, les dejamos muchas tareas y después no las hacen o no tienen tiempo para sus otras ocupaciones. un ejemplo de esto son los hermanos park, tienen un increíble rendimiento en los deportes pero les va quedando el año porque dejamos muchos trabajos.
—¡ese es el deber de los estudiantes! ahorita estos muchachos están muy vagos. este otro punto es chistosisimo, "queremos expresarle el amor a nuestra pareja y en la escuela ni siquiera nos dejan abrazarnos" ¿qué carajos?
—yo no le veo lo chistoso, woobin. es normal que quieran abrazar a sus parejas, están en esa edad.
—¡claro! y eso los invita a tener sexo.
serim vio a woobin, incrédulo.
—¡nada qué ver!
dongyun entró a la sala de reuniones junto a su madre, donde todos los padres de familia se le tiraron encima y lo bombardearon de preguntas.
—¡ya! —gritó él—¡déjenme hablar! los muchachos están bien, hay comida, hay medicinas, hay abrigos, hay de todo. nosotros nos mantenemos firmes, ¿ya? solo queremos que nos escuchen y si no lo logramos, seguiremos haciendo estas cosas.
woobin se puso de pie, acercándose a dongyun.
—dongyun, esta no es la manera.
—y sus maneras, tampoco lo son.
mientras los padres de familia seguían bombardeando al chico con preguntas sin respuestas, bora se encontraba hablando con yohan.
—¿y?...
—es que... yo me salí porque yunseong nos tiene a todos obligados allá, no quería estar más.
—¿qué?
—está como loco, no nos deja salir ni hacer nada. parece un dictador, está loco.
bora anotó en su libreta, esa información era muy seria y podía acabar muy mal.
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