la academia distrital melancholy a primera vista puede aparentar ser como un colegio común y corriente, pero al cruzar la puerta se conocen muchas historias, la de cada alumno, la de sus amigos, la de los profesores y hasta la de sus familias. serim...
allen caminó rápido por los pasillos del hospital casi corriendo y era observado no solo por el personal médico, también por algunos pacientes o visitas. abrió la puerta de la habitación desesperadamente y cuando sus miradas se cruzaron, sonrió y emitió un sonido de alegría.
—serim...
tras decir eso, corrió hacia sus brazos donde fue recibido con una fuerza inmensa, siendo abrazado por el hombre del cual estaba enamorado.
porque sí, a quien amaba era a serim.
—allen... dios, estás bien.
—¡y tú también! —habló allen, separándose del abrazos y sujetó su rostro—lo estás... realmente lo estás. yo... pensé que...
—hey, tranquilo —serim rió—estoy más que bien, en serio...
allen lo volvió a abrazar, hundiéndose en su pecho y sintiendo como su corazón latía con una fuerza que podía jurar que se saldría de su pecho. se quedaron así durante un rato hasta que serim separó a allen lentamente y lo miró, relamió sus propios labios nervioso y habló:
—necesitamos fingir que aún estoy en coma.
—¿qué?... ¿por qué?
—es más complicado de lo que crees... pero ya sé quién es el culpable de todo y debemos ser muy cuidadosos o se nos va a escapar.
allen sintió miedo, pero asintió.
—¿quién es? —preguntó, asustado.
serim se acercó a su oreja y susurró en voz baja, una tan baja que solo ellos dos podrían saber de lo que hablaban y allen abrió sus ojos con sorpresa, viendo otra vez el rostro del chico.
—¿seguro?
—muy seguro.
—alex... me dijo lo mismo.
—¿alex?
allen asintió.
—alex ha estado investigando por su cuenta y escuchó una conversación entre jungmo y junho... no pensé que fuera cierto pero parece que sí.
—está siendo tan obvio y descuidado que hasta los alumnos lo están comenzando a descubrir —serim sonrió, ya había ganado.
—¿cuál es el siguiente paso?
—sacar a jiwoong de la cárcel... sin que nadie sospeché y él crea que ganó.
—¿y después?
serim tomó a allen de los hombros y lo miró seriamente, determinado a acabar con todo eso.
—allen, necesito que me escuches atentamente y sigas todas mis indicaciones o esto nos saldrá mal... ¿puedo contar contigo para el round final?
allen, decidido y nervioso, asintió.
—cuenta conmigo.
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