la academia distrital melancholy a primera vista puede aparentar ser como un colegio común y corriente, pero al cruzar la puerta se conocen muchas historias, la de cada alumno, la de sus amigos, la de los profesores y hasta la de sus familias. serim...
wonjin guardaba un par de cosas en su bolso, soltando un suspiro y dudando de lo que estaba a punto de hacer.
—¿tú vas a ir a la toma?
se giró al escuchar la voz de minhee.
—sí... no puedo dejar a hyeongjun solo allí.
wonjin abrió uno de los estantes de la cocina y metió una lata de atún a su bolso.
—iré contigo.
—minhee, no debes ir si no quieres.
—lo haré... no puedo dejarte allá solo, debo cuidarte.
—yo me sé cuidar solo.
—de todos modos, iré.
—iremos —chaehyun apareció, sujetando su bolso—. no pienso dejarlos solo a ustedes dos, en serio...
—entonces... —minhee murmuró—supongo que es una actividad familiar.
wonjin se rió un poco, desde la llegada de sus primos se sentía menos solo.
después de organizar todo, con mucho cuidado y silencio, salieron de la casa. caminaron por las calles del barrio hasta que minhee se detuvo, debía hacer algo antes.
—¡yo los alcanzo en un rato! se me quedó mi cargador del celular.
—te acompañamos a buscarlo si quieres —dijo su melliza.
—¡no, no! nos vemos allá.
minhee se echó a correr a la dirección contraria y se abrazó a si mismo, había mucho frío. luego de caminar un par de calles, llegó a la clínica y tomó aire.
entró sin ser visto y como ya se sabía el camino de memoria, no le costó llegar a la habitación que deseaba. abrió la puerta y sonrió apenas vio a jungmo, hace unos días que no iba a verlo.
—hey... volví —dijo, sentándose en el borde de la cama—. vine porque... porque quería que me dieras suerte. hoy haré algo que seguro a ti no te gustaría ni apoyarías... pero debo ir a cuidar a wonjin y espero me entiendas.
minhee tomó su mano y sonrió débilmente, compartiendo aquel íntimo momento con jungmo.
—apenas terminé, vendre a contarte todo. te quiero, mogu.
se acercó poco a poco a su rostro y lo admiró, soltando una pequeña risa. sin más, besó su mejilla y salió del lugar sin ser visto o levantar sospecha.
se dirigió hacia el punto de encuentro y apenas llegó, se dio cuenta que estaban todos sus compañeros.
menos yunseong.
—¡y ojalá yunseong no me diga nada por traer a minseo! —decía hyeongjun—pero es que este niño es intenso... ¿pueden creer que me dijo que si no lo traía, me sapeaba con mi papá y no me dejaba venir?
—estamos haciendo volantes para repartir, con cinco puntos que queremos que se cumplan en la escuela —le explicó taerae—y tú tienes letra bonita... así que ponte a escribir.
minhee asintió y se sentó en el suelo, cruzando las piernas y tomó un lápiz.
—dime, ¿qué pongo?
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