la academia distrital melancholy a primera vista puede aparentar ser como un colegio común y corriente, pero al cruzar la puerta se conocen muchas historias, la de cada alumno, la de sus amigos, la de los profesores y hasta la de sus familias. serim...
—¿qué? —jungmo negó repetidas veces—¡eso no puede ser! no pueden mandar al profesor jiwoong a la cárcel.
—pero... pensé que eso te alegraría —soltó minhee.
jungmo movió su cabeza y desvió la mirada, observó la ventana de la habitación y varios pensamientos se cruzaron por su cabeza; ¿que estaría sintiendo el profesor jiwoong?, ¿cómo estaría junho?, ¿el verdadero culpable se estaría muriendo de risa?
—jungmo, dime algo.
—debes hablar con ese fulano serim —respondió, sin mirarlo aún—y decirle que nada de esto es culpa del profesor jiwoong, él es inocente.
minhee abrió los ojos con sorpresa y asintió, sintiéndose algo confundido.
—entonces... ¿él no fue quien te-
—no —lo interrumpió antes de terminar—, no fue él.
afuera de la habitación, wonjin caminaba de un lado a otro y hyeongjun lo observaba con cierto nerviosismo.
—¿tú crees en la inocencia del profesor jiwoong? —preguntó song, llamando la atención de ham.
—sí, definitivamente él no fue —contestó—. ¿no viste como estaba matthew? están enamorados, no es el culpable.
hyeongjun se acercó a él y tomó su brazo, buscando calmarlo.
—tranquilo...
—¿cómo me puedo quedar tranquilo sabiendo que el culpable sigue suelto por ahí?
—lo van a encontrar, lo prometo.
hyeongjun lo abrazó y wonjin dejó pequeñas caricias en su espalda, siendo absorbido por una inmensa paz al tenerlo en sus brazos y no pudo evitar sonreír. bajó un poco su mirada, viéndolo y se dedico a admirar su rostro.
dios, estaba enamorado.
—hyeongjun.
—¿si?
—te quiero.
—y yo a ti, wonjin... y yo a ti.
y sin ninguno de los dos saberlo, aquella fue una silenciosa declaración de amor.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
allen estacionó el carro y miró matthew. la tristeza se sentía en el aire; matthew había estado llorando todo el día desde que se llevaron a jiwoong a la cárcel. sus ojos estaban rojos e hinchados, los rasgos de su rostro reflejaban la angustia que no podía ocultar.
—tienes suerte de que te vieron como una víctima —comenzó allen con una voz suave, casi temerosa de romper el delicado silencio—. woobin no te expulsó.
matthew no pareció sentirse reconfortado por esas palabras y se giró hacia su padre.
—eso no me importa —respondió con una voz apagada, como si cada palabra le costara un esfuerzo sobrehumano.
