la academia distrital melancholy a primera vista puede aparentar ser como un colegio común y corriente, pero al cruzar la puerta se conocen muchas historias, la de cada alumno, la de sus amigos, la de los profesores y hasta la de sus familias. serim...
serim tocó la puerta varias veces, esperando que alguien le abriera.
yeonjung abrió después de unos segundos y le sonrió.
—¡profesor! ¿qué hace aquí?
—yo... quería hablar con usted. ¿puedo pasar?
—¡claro! pase.
serim entró a la casa, era un hogar bastante humilde pero acogedor.
—¡perdón que no le ofrezca algo! —dijo ella. —pero estuve más de 48 horas en el hospital y bueno... apenas me bañé. pero tengo buenas noticias, los doctores dicen que jungmo ya salió de la crisis y está dando todo para mejorarse, estará bien.
—me alegra mucho saberlo, señora yeonjung. quería hacerle una pregunta... ¿por aquí no está la tablet de jungmo? es necesaria para la investigación, ya que ahí puede haber material importante.
la señora pensó un poco antes de responder.
—umh... ahora que me lo dice, no la he visto por ninguna parte y es muy raro, jungmo siempre tenía su tablet con él. buscaré entre sus cosas, a ver si la encuentro.
—está bien, yo espero.
yeonjung comenzó a buscar el aparato entre las cosas de su hijo, dándose cuenta que no estaba por ningún lado.
—es muy raro que no esté... jungmo la usaba para todo, grabar, escribir, tomar fotos y hacer todas las cosas que hacía ese aparato.
serim asintió, su sospecha era cierta.
alguien había tomado la tablet.
—entonces... le avisaré a las autoridades correspondientes. con su permiso, señora yeonjung.
—¡no! espere —lo tomó del brazo. —. usted... usted salvó a mi hijo y yo no tuve la oportunidad de agradecerle todavía. ¿quiere quedarse y tomar un café? me queda riquísimo.
serim rió.
—está bien, pero no agradezca que hacer eso era mi deber.
—¡entonces siéntese y siéntase como en su casa!
la chica fue corriendo a la cocina para preparar el café y serim se sentó en uno de los muebles.
la puerta sonó, avisando que alguien estaba afuera.
—¡profesor!, ¿puede abrir? debe ser mi hermana.
—con gusto.
serim se puso de pie y abrió la puerta, mirando con cierta sorpresa a woobin.
—woobin.
—serim, ¿qué haces aquí?
—buscando la tablet de jungmo y no está aquí.
—vengo exactamente a lo mismo. ¿cómo que no está aquí?
—no lo está.
hubo un silencio y woobin se rascó la cabeza.
—entonces... debemos iniciar una búsqueda.
—estoy de acuerdo. debemos encontrar esa tablet cuanto antes, alguien nos está ocultando algo.
woobin asintió y por primera vez, estaba de acuerdo con el profesor serim.
alguien les estaba ocultando algo y por eso se llevaron la tablet, y por supuesto que descubrirían qué era.
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