class 127 ⁕ drippin + cravity + zb1

09: culpable

allen besó a serim, dejando suaves caricias por su cabellera.

—debo irme... matt debe estar preocupado.

—no quiero que te vayas —susurró serim, abrazándolo por la cintura mientras ambos estaban cubiertos por las cobijas—, quédate.

—no puedo, tengo a un adolescente en casa.

—¿acaso matt no se sabe cuidar solo?

—sí... pero aún así, es mi responsabilidad.

serim asintió, rindiéndose.

de todos modos, allen tenía razón.

—ve, tranquilo —serim besó nuevamente sus labios, mostrándole una sonrisa—. ¿me avisas cuando llegues?

—lo haré.

allen se levantó, buscó su ropa y se vistió, acomodó su cabello frente al espejo y serim solamente lo veía sonriente.

—te veo mañana, colega.

allen se giró, mirándolo.

—está bien, colega.

—las llaves están sobre la mesa de la sala de estar, ábrete.

—va. nos vemos, buenas noches, rim.

—buenas noches, len.

allen sonrió y salió de la habitación, tomó las llaves, se abrió y después cerró, empujando las llaves hasta adentro por la parte de abajo de la puerta.

serim se mantenía con una sonrisa boba en el rostro, no podía ocultar su felicidad.

por otra parte, allen estaba muy confundido.

si bien sentía cosas por woobin, también estaba muy atraído por serim y la había pasado genial hoy.

durante todo el camino pensó en la situación pero no llegó a ninguna conclusión.

su cabeza y corazón eran un nido de pájaros desordenado.

—¿pá?...

matthew preguntó, estaba afuera de la casa y al parecer recién había llegado.

—¿por qué estás llegando a esta hora?

—yo...

allen visualizó los chupetones en el cuello de su hijo, soltando una risa.

al parecer no fue el único que se divirtió hoy.

tenía mucha confianza con matthew, así que no había razón para no hablar de sexualidad entre ellos.

—¿estabas con keita?

—¿con keita?

—tu cuello, matt.

matthew se sonrojó.

—uh... sí —mintió—él quiere volver.

—y supongo que tú también.

—lo estoy considerando.

—solo espero que ya no te trate mal, amor —allen abrió la puerta, entrando a casa con su hijo—. mereces el mundo entero, ¿si?

—lo sé. ¿tú dónde estabas?

—en casa del profesor serim, estábamos organizando lo del curse de materias.

—oh, ya veo. bueno, pá... iré a bañarme y después a dormir, estoy agotado.

—ve, amor. buenas noches, te amo.