—Creo que ya hemos grabado suficientes pajas y mamadas.

La mirada de Yeonjun se detuvo en mí, y mi estómago se hundió antes de que se abriera un pozo del tamaño de Montana. Iba a decirme que había alcanzado una cuota, que habíamos grabado suficientes vídeos y que mis servicios ya no eran necesarios. Un sabor amargo me llenó la garganta cuando Yeonjun se detuvo frente a las escaleras del edificio de Ciencias de la Vida y me miró.

Sus cejas se fruncieron en señal de preocupación.

—¿Estás bien? Mierda, estás pálido. —Me agarró de los hombros como si temiera que estuviera a punto de desplomarme, aunque levanté una mano en señal de protesta.

—Estoy bien. Fue solo un pequeño mareo. —mentí, porque ¿quién carajo querría admitir que había tenido un pico de ansiedad por no poder filmar más a un tipo masturbándose? Mi madre estaría tan orgullosa.

—Aquí, siéntate un segundo —insistió Yeonjun, dándome la vuelta y guiándome a un banco cercano—. Un nivel bajo de azúcar en la sangre no es algo con lo que se pueda jugar. Si te desmayas, podrías romperte la cabeza contra el pavimento.

—Lo dice el tipo que regularmente recibe una paliza en el campo. ¿Qué estás buscando? —pregunté mientras él rebuscaba en su mochila.

—Esto — Yeonjun sacó una barra de granola, haciendo un gesto triunfal y me la entregó—. Cómetela. Mi hermano menor tiene hipoglucemia, así que me acostumbré a tener siempre algo escondido. Una vez se le cayó el diente delantero cuando se desmayó en nuestra cocina, y luego mi madre casi se desmayó por toda la sangre. Nuestro perro, Teddy, corrió por la sangre y la esparció por toda la casa y... sí. Un gran fiasco.

—Qué encantadora historia familiar para revivir en las fiestas. —dije mientras mordisqueaba una esquina de la barra.

Se dejó caer en el banco a mi lado. —Tenemos muchas historias así. Mi hermana -no la que tiene el trastorno sanguíneo- vomita por reflejo. Si oye que alguien tiene arcadas o tose de forma incorrecta, vomita. Estoy seguro de que puedes imaginar lo que fue cuando un virus estomacal corrió por la casa.

Me reí, aunque me pareció horrible, porque me contó la historia con esa clase de cariño fraternal que le iluminaba la cara.

—Seguro que tú también tienes historias así, ¿eh?

—Algunas, sí. No sé, cada vez que pienso en mi familia, solo pienso en el caos y el ruido. Y a veces era adorable, y a veces era abrumador — Resultó que esa barra de granola era bastante sabrosa, y las chispas de chocolate que contenía me fortificaron lo suficiente como para abordar el tema al que Yeonjun había estado aludiendo antes—. Entonces, ¿qué estabas diciendo hace unos minutos, sobre la filmación?

—Oh, claro — Yeonjun estiró un brazo sobre el banco detrás de mí y giró su espalda hacia un lado y luego hacia el otro—. Me preguntaba qué te parecería pasar a algo diferente —Se rió—. Diablos, no sé por qué estoy repentinamente tan nervioso. De todos modos, tal vez abordar algunas de esas otras peticiones que hemos estado recibiendo en los comentarios. Como, por ejemplo, uhm... —su barbilla se hundió al encontrar mi mirada de reojo—. ¿Penetración?

—¿A quién tenías en mente como destinatario? —Había peticiones en ambos sentidos. Tragué con fuerza, y me sentí como uno de esos tragos al estilo de los dibujos animados en los que se podía ver literalmente la gota bajando por la garganta del personaje. Sin embargo, no pude evitarlo. Era como si hubiera abierto la puerta y me hubiera encontrado con la patrulla de premios de Publishers Clearinghouse en mi puerta, excepto que, en lugar de un gran cheque, era un gran pene en juego, y estaba por ver si usaría mis ganancias sabiamente o acabaría arruinado y cocinando metanfetamina en un parque de casas rodantes.

Necesitaba otra barra de granola.

Yeonjun lo consideró por un momento. —Oh. Bueno, quien sea, supongo. Mierda, ni siquiera te he preguntado si eres un top o un bottom o...

—Soy de los que hacen lo que sea, pero bottom por preferencia. No puedo imaginar que eso sea sorprendente.

—No quise suponer —dijo, y luego arqueó las cejas—. Entonces, ¿qué te parece? ¿Es demasiado lejos para ti?

Me eché a reír. Estaba tan aliviado de que no me dijera que quería dejar de filmar, y tan extasiado y a la vez nervioso como el infierno por montar el monstruo en sus pantalones, que probablemente soné un poco histérico. Me recompuse y me aclaré la garganta.

—Sí. Creo que estamos listos para pasar al siguiente nivel.

—Bien —La sonrisa de Yeonjun era tan brillante como si le hubiera dicho que acababa de ser premiado con mi salsa de Rotel de por vida, y entonces miró su teléfono y se puso de pie—. Estoy a punto de llegar tarde a clase, pero, ¿podemos discutir cómo queremos hacerlo esta noche? Desnudo y de inmediato, preferiblemente.

Asentí con la cabeza y él empezó a darse la vuelta, pero luego volvió a girar.

—Mierda, sé que dijiste que te sentías mejor, pero ¿estás seguro? Puedo faltar a esta clase si quieres que vuelva a la casa contigo.

Era ridículo. Y adorable. Y... Cálmate, Beomgyu.

—Estoy perfectamente bien ahora. Tenías razón, esa barra de granola hizo el truco. Te veré esta noche.

Me dio otra evaluación de arriba a abajo y luego, aparentemente satisfecho, empujó la punta de su zapato contra mi pantorrilla en lo que supuse era una ¿despedida? ¿Afecto? ¿Amistad? ¿Las tres cosas? Y se fue corriendo por la hierba, dejándome realmente mareado.

Tiré el envoltorio de la granola a la basura y me dirigí hacia la casa, caminando en el aire. Estaba tan colocado con todo el BDE de Yeonjun que cuando pasé junto a Hyunjin, de pie entre un grupo de gente que charlaba, y él me saludó, le devolví el saludo.

Movimiento equivocado.

Hyunjinse separó de su grupo y trotó hacia mí.

—Hola.

—Hola. —le respondí con cautela, esperando a ver qué quería.

Big Dick Energy (Energía de gran pene) Este es un término que se usa para describir a alguien que tiene y exuda una increíble cantidad de confianza sin ser arrogante.

—¿Qué clase tienes ahora?

—Ninguna. Sólo me dirijo a casa.

—Ah —El silencio se prolongó, y por el rabillo del ojo pude verlo tamborilear inquieto sobre las correas de su mochila mientras caminábamos—. Entonces, ¿viene alguien de tu familia para el Homecoming?

—No, este año no. —Ellos vinieron el primer año, pero después de eso perdió un poco de brillo, y a mis padres les resultaba difícil escaparse del trabajo.

—¿Irás al partido?

—Tal vez. Todavía no estoy seguro.

—Deberías. ¿El último Homecoming de la historia? Vamos.

Hyunjin me dio un codazo con una sonrisa, y como no parecía querer nada de mí aparte de una pequeña charla, se la devolví y luego lo escuché charlar sobre el último año, el fútbol y sus esperanzas de cara al draft hasta que tuve que desviarme para llegar a mi calle.

Mientras nos despedíamos, decidí que tal vez ya no lo odiaba tanto como antes. Así que, o bien la perspectiva de lo que estaba seguro de que iba a ser un gran sexo con Yeonjun tenía algunas propiedades reconstituyentes, o bien la disculpa de Hyunjin en la cafetería había proporcionado una sensación de cierre más poderosa de lo que esperaba.

Tal vez fue un poco de ambas cosas.

O posiblemente mayormente por la posibilidad de tener sexo con Yeonjun.

Cuando regresé a la casa, me quedé solo en la cocina sonriendo como un idiota durante un minuto sólido mientras pensaba en que Yeonjun me había dado su barra de granola, y luego durante un minuto más pensé en lo que sería el sexo con Yeonjun. Y finalmente, hice lo que uno hace naturalmente cuando quiere expresar su extrema gratitud y su creciente afecto a regañadientes: Hice una gran tanda de Rotel y la puse en la nevera con una nota adhesiva encima que decía: "¡Sólo para Yeonjun!"

Only 4 U (Yeongyu)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt