Only 4 U (Yeongyu)

16

Beomgyu

—Hola —Hyunjin se acomodó en una silla junto a mí en la cafetería—. ¿Puedo unirme?

—Normalmente se hace la pregunta antes de tomar el asiento. —¿Qué le pasaba a la gente últimamente?

Se rió mientras desenvolvía un sándwich.

—Bien. Ja, había olvidado lo gracioso que eres. ¿Qué estás mirando? —preguntó mientras yo miraba a mi alrededor.

—Escuchando tu invitación para unirte a mí —Me llevé la mano a la oreja—. No. Nada. Hmmm. No suena prometedor. Adiós. La mesa para los tramposos está por ahí. No necesitas una invitación para ello. Sólo tienes que servirte lo que quieras, como todos los demás.

Hyunjin soltó un suspiro. —Beomgyu...

Lo lamentable que había aprendido en los últimos tres años sobre el amor y las relaciones era que nada era finito y nada estaba realmente hecho. Podía decir que había terminado con Hyunjin rompiéndome el corazón, y podía creer que era cierto porque lo era en el sentido más importante. A nivel cerebral, había terminado con él. Pero las emociones no funcionaban exactamente igual. Esos imbéciles no tenían ningún concepto de la lógica.

Dejaban pequeños vestigios que podían activarse una y otra vez, y todavía sentía una punzada de vergüenza y de bochorno cuando lo miraba, porque había sido un completo tonto por él.

Hice un movimiento de espantada. —Vete.

—Fui un idiota, Beomgyu, y lo siento. —La expresión de Hyunjin tenía todos los ingredientes adecuados para ser sombría y sincera, pero no estaba seguro de que me lo creyera.

Levanté la mano para evitar la disculpa.

—Definitivamente fuiste un idiota. Pero ya está hecho. No es necesario detallar las muchas formas en que lo fuiste.

—Sin embargo, no creo que te haya dado una disculpa adecuada.

—Me diste girasoles. Créeme, eso fue suficiente.

Suspiró con fuerza. —Odias los girasoles. Ya lo sé. Yo también lo sabía entonces. Simplemente no estaba pensando bien y agarré lo primero que vi.

—Sí, ese parecía ser el punto. —Sacudí la cabeza y empecé a envolver mi sándwich para llevármelo cuando la mano de Hyunjin salió disparada y cubrió la mía.

—No lo hagas. Sólo escúchame un minuto. Por favor.

La nota de súplica me atrapó, tocando un pequeño resto de fibra sensible por haber crecido en una casa donde cada uno tenía que luchar para ser escuchado. Odiaba esa sensación y trataba de no provocarla nunca en otra persona. Incluso cuando ese otro probablemente se lo merecía.

Hyunjin se inclinó hacia delante ante mi expresión expectante.

—No tengo excusa. Fui un imbécil. No te merecías eso. No fuiste más que bueno conmigo, y si pudiera cambiar el pasado, lo haría, créeme — Apartó su mano de la mía y la dejó caer en su regazo—. Cada vez que nos cruzamos, puedo sentir el... el disgusto que se desprende de ti, es potente como el infierno, así que sólo quería reiterar, en caso de que ayude. Prefiero no dejar este año atrás con tu odio hacia mí, si puedo evitarlo. Me vi atrapado en el intento de ser un malote en el primer año, teniendo de repente acceso a un montón de cosas que no tenía antes —Apretó los labios—. No importa. Mi explicación no importa. La disculpa sí. Era la disculpa que debería haberse dado la primera vez. Tal vez yo era un tonto, pero el arrepentimiento que leí en sus ojos me ablandó hacia él. No lo suficiente como para rodear su hombro con un brazo y decirle que estaba bien, pero sí para asentir y decir: