Only 4 U (Yeongyu)

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Yeonjun

Había pasado una noche divertida bailando en Hype, no me malinterpreten. Me encantaba bailar, y me daba igual estar rodeado de chicas con crop tops o de chicos con lo mismo mientras lo hacía. Pero cada vez que algún chico bailaba sobre mí o entraba en mi campo de visión, intentaba imaginarme ligando con él y no podía. Cuando intentaba trazar mentalmente el camino lógico a seguir, llegaba a un montón de pasos en falso e incomodidades. Porque incluso si un tipo firmaba un acuerdo de confidencialidad, ¿podría confiar realmente en él?

Lo más cerca que había estado de sentir un ligero interés había sido Sawyer, y eso era solo porque me había hecho sentir a gusto casi inmediatamente, de la misma manera que Beomgyu. Pero cuando Beomgyu puso fin a eso y se apretó contra mí, haciendo una especie de ondulación inhumanamente hipnótica con su columna vertebral que hizo que su culo golpeara constantemente contra mi ingle, me olvidé de todo lo demás. Eso me puso en marcha, y me agarré instintivamente a sus caderas para mantener la presión concentrada e intensa antes de que el resto de mí pudiera darse cuenta de lo que estaba sucediendo.

Luego giró, inclinando la cabeza hacia mí mientras yo lo rodeaba con mis brazos como no había podido -ni querido- hacerlo con ningún otro hombre del club, y lo supe.

Tienes que ser tú.

Sin embargo, no era mi intención que saliera de mi boca de la forma en que lo había hecho, como una declaración en forma de pulpo gigante e incómodo que técnicamente se suponía que era una petición.

Ahora Beomgyu me miraba con una de esas miradas boquiabiertas que sugerían que había perdido la cabeza.

No iba a fingir que, solo porque me estaba ofreciendo y Beomgyu era un chico gay que esperaba que saltara ante la perspectiva. Sin embargo, dadas todas nuestras actividades en las últimas dos semanas, esperaba algo más diplomático que su cara se torciera como si le hubiera dicho que había golpeado a su abuela.

Di un paso atrás para poner algo de distancia entre nosotros.

—Bien, lo tomaré como un no, y sigamos haciendo lo que estábamos haciendo.

Beomgyu me agarró del brazo cuando traté de apartarme.

—Espera un minuto, ¿realmente crees que es una buena idea? Quiero decir, somos... somos... amigos y compañeros de piso.

—Exactamente, somos amigos. Yo soy razonable, tú eres razonable. Lo demás ha ido muy bien... —Agité una mano—. Pero no importa. Lo entiendo perfectamente. Hagamos como si nunca hubiera dicho nada.

—Probablemente sea lo mejor.

Sin embargo, lo más loco fue que, mientras me dirigía al bar por otra botella de agua, estaba bastante seguro de que la sensación que tenía en el estómago no era el escozor del rechazo, sino la decepción.

A la mañana siguiente, reduje la velocidad en la acera cuando vi a Beomgyu caminando a toda velocidad por el patio hacia mí, con la mandíbula apretada. Me pregunté si tendría resaca. Nos habíamos quedado una hora más en el club antes de subirnos todos a un Uber. No había bebido demasiado, pero levantarme tan temprano para entrenar con pesas había sido una mierda con tan poco sueño.

Mi sonrisa se desvanecía cuanto más se acercaba. Maldita sea, ¿venía a decirme que ya no quería grabar mis vídeos después de lo que había dicho anoche? Eso también apestaría.

Me había despertado esta mañana e inmediatamente me quejé interiormente de todo lo que había ocurrido anoche. No debería haber dicho nada. Probablemente lo había hecho sentir raro.