Only 4 U (Yeongyu)

21

—Ajá, y si lo hubiéramos dejado solo, a los tres minutos habría estado vomitando sobre la multitud.

—Sí, sí. Puede que sí —Sunghoon lanzó otra mirada a Jake mientras tragaba aire lastimosamente—. Me sentaré con él un rato.

Lo dejé ahí y me dirigí a mi habitación, donde encontré a Beomgyu alisando las sábanas de la cama. Había colocado una papelera cerca de la mesita de noche.

—No estaba seguro de si dormiría en el suelo o en la cama.

—Probablemente le dejaré tener la cama —Le ofrecí una sonrisa de agradecimiento que vaciló cuando Beomgyu abrió la boca y la volvió a cerrar rápidamente. ¿Había estado a punto de...? No, eso era una locura. Era ridículo para mí pensar que había estado a punto de ofrecerme espacio en su cama. Especialmente cuando su hermano también estaba aquí—. Mi madre se va a enfadar mucho conmigo.

—Aww, nah, debería estar bien mañana. No está en coma — Beomgyu se apoyó en el marco de la puerta—. Hay una reserva secreta de polvos electrolíticos en una vieja caja de espaguetis en la despensa. Niki los escondió después de que Kai siguiera robándolos. Cree que nadie los conoce. Uno esta noche y otro mañana y apuesto a que estará bien. Debería haberlos agarrado mientras estaba abajo antes. Iré...

—Los recogeré en un segundo. No te preocupes —Dejé caer una almohada encima del colchón y me senté en el borde—. Sobre lo de antes en el tejado. No estás...

Beomgyu agitó una mano. —Oh sí, no, estuvo bien. Ni siquiera te preocupes por eso.

—Eso no era lo que iba a decir. Pero está bien. —Fruncí el ceño.

—Oh, mierda, te ofendí — Beomgyu se golpeó la frente—. Carajo. No. Espera. Retrocede. No quise ofenderte. Sólo quise decir que no tenía ninguna expectativa al respecto.

Esbocé una leve sonrisa. —Lo entiendo. Te lo prometo. Sólo pensé que debías saber que me gustó besarte. Y lo demás que pasó... también me gustó. Eso es todo. No tiene por qué ser ni más ni menos que eso.

—Lo sé. Estoy tratando de no desmayarme por esto.

—¿Desmayarte?

—Oh, sí. En el primer año un chico podría haberme dicho que un pájaro se había cagado en mi cabeza y yo me habría desmayado porque se había tomado la molestia de decírmelo. Hoy en día hace falta un poco más —Me lanzó una tímida mirada de reojo—. Como que un tipo me diga que tengo un bonito ceño fruncido.

—Nunca he dicho la palabra 'ceño fruncido'. No la diría.

—Lo sé. Pero podrías. Me gustaría —Su sonrisa se desvaneció—. La cosa es que ya conozco esta historia. Esto es lo que hago. Tengo un flechazo. Me lanzo a algo de cabeza. No pienso en lo que es correcto para mí. No pienso en absoluto. No salgo a tomar aire, y de repente estoy a diez metros de profundidad, solo y sin aire —Ladeó la cabeza—. Eso es bastante oscuro. Permíteme decirlo de una manera mucho menos poética: Me dejo encariñar demasiado rápido y luego se me rompe el corazón cuando la otra persona con un corazón que funciona a velocidad humana normal decide que no soy un buen partido después de todo y quiere seguir adelante.

—¿Cuánto tiempo suele tardar?

—Unos días —Se rió cuando le dirigí una mirada de preocupación—. Estoy bromeando, pero aun así es más rápido que el promedio de los humanos. Hyunjin y yo nos confesamos amor después dos días. Yo tengo enamoramientos como un chico de catorce años tiene erecciones. Así que a veces me cuesta un poco confiar en mis instintos —Me miró a los ojos—. Incluso si ciertas cosas parecen... realmente agradables.

—No quieres que te hagan daño.

—No quiero que me hagan daño.

—No quieres arruinarlo.

—Realmente no quiero arruinarlo —Asintió con la cabeza, su voz tranquila—. Así que tal vez podríamos seguir haciendo exactamente lo que estamos haciendo por un tiempo sin tratar de... definirlo.

No lo entendí. No del todo, pero entendía que el miedo era real para él, y entendía que no quisiera salir lastimado. Yo tampoco quería salir lastimado.

—De acuerdo. Nada de arruinar esto, entonces.

Beomgyu me miró fijamente durante un largo momento y luego asintió con la cabeza antes de empujar el marco de la puerta mientras Sunghoon guiaba a Jake a mi habitación.

Poco después de apagar la luz, mi teléfono vibró. Mi hermano ya estaba roncando en el suelo a los pies de mi cama. Abrí el mensaje y se me formó una sonrisa en cuanto vi la B en su nombre.

Beomgyu: A mí también me gustó. Quiero decir, para que conste.

Yo: También iba a decirte que besas muy bien, pero me imaginé que te pondrías en plan chulito.

Beomgyu: ¿Y qué si lo hiciera?

Yo: Bueno, entonces habría querido volver a besarte aquí mismo, junto al cubo de la basura que Jake está abrazando en estos momentos como si fuera un oso de peluche, y tú estabas demasiado ocupado enloqueciendo en silencio.

Beomgyu: No estaba enloqueciendo. Sólo estaba... digiriendo.

Yo: Estabas enloqueciendo. Todavía lo estás. Está bien, yo también lo estoy.