—Disculpa aceptada. Gracias. —justo cuando Yeonjun se detuvo frente a la mesa.
—¿Ya han terminado de comer, o puedo unirme?
—Puedes unirte a nosotros. —le ofrecí justo cuando Hyunjin le lanzó una mirada de "estamos en medio de algo".
Hyunjin miró entre nosotros con curiosidad.
—Um, en realidad, acabo de recordar...
Le agarré la muñeca. —Se supone que tenemos que repasar eso de las estadísticas, ¿recuerdas?
Lanzó otra mirada a Hyunjin antes de asentir y dejarse caer en el asiento de al lado.
—A mí también me costó un poco entenderlo. Genial. Podemos repasarlo todos juntos. —dijo Hyunjin con decisión.
Lo que siguió fue la sesión de estudio improvisada más incómoda que había experimentado en todos mis años en la U. Superó incluso la vez que estaba en un grupo de seis y Charlie Denham tenía un gran trozo de espinacas entre los dientes, y los demás nos pasamos media hora lanzándonos miradas y discutiendo en silencio sobre quién iba a ser el que se lo dijera hasta que finalmente lo hice yo. Entonces nos miró a todos durante el resto de la sesión de estudio como si la hubiéramos traicionado.
Lo cual, para ser sinceros, lo habíamos hecho.
—Bueno, esto ha sido esclarecedor, pero tengo otra clase. —dije mientras terminábamos de repasar. Metí mis libros en mi bolso, recogí la basura del almuerzo y empujé mi silla hacia atrás, echando a correr mientras Hyunjin y Yeonjun aún estaban en medio de cerrar la cremallera de sus mochilas.
Yeonjun me alcanzó en el patio. Malditas sean mis cortas piernas.
—¿Te estaba molestando?
—No más de lo habitual.
—Puedo hablar con él.
—¿Qué? No —No quería que Yeonjun se quedara en medio. A pesar de no saber mucho sobre deportes, sabía que el vínculo entre compañeros de equipo era algo real y podía afectar a un partido. No tenía ningún deseo de causar conflictos entre Yeonjun y Hyunjin—. Lo tengo bajo control.
Yeonjun quería decir algo más. Me di cuenta por la forma en que se mordía el labio inferior. Asintiendo de mala gana.
—Está bien. Quiero decir, sé que puedes manejar tu mierda. No quise insinuar que no pudieras o algo así. Quiero decir, si lo hiciera.
Me detuve y me volví hacia él. La luz del sol le daba en un lado de la cara, y en lugar de su habitual sonrisa, leí algo que parecía más bien preocupación. No me gustaba esa expresión en él. Ni que yo la hubiera provocado. Prefería su sonrisa.
—Quería disculparse de nuevo por el primer año, eso es todo. Así que lo hizo.
—Bien. Debería haberlo hecho —La mirada de Yeonjun se desvió por encima de mi hombro mientras hacía una pausa, y luego volvió a mi cara—. ¿Quiere que vuelvas?
Me eché a reír. —No lo creo.
—Entonces sigue siendo un idiota.
El alivio que me produjo el regreso de su sonrisa fue algo ridículo.
—Aunque lo hiciera, yo no lo quiero de vuelta. Pero tienes razón. Me merecía esa disculpa, así que la acepté. ¿A dónde vas?
—Biología. ¿Quieres acompañarme hasta ahí?
Asentí con un sí, y comenzamos a caminar de nuevo.
—Tengo otra idea de escena que quiero comentarte. Para la próxima vez que nuestros horarios coincidan.
Sabía que él tenía un partido fuera de casa, y que yo de todos modos trabajaría hasta el cierre en el restaurante las dos noches del fin de semana, pero ¿me moría de ganas de volver a ponerle las manos -y, con suerte, la boca- encima? Puedes apostar tu trasero a que sí.
Yeonjun se rió mientras se metía las manos en los bolsillos.
—Muy bien, suéltalo. No, espera, déjame adivinar. ¿Es una variación del tema entrenador-jugador?
—Crees que me conoces tan bien.
Me chocó con el hombro, con una expresión juguetona que no debería haberme hecho un lazo en el corazón y tirado tanto como lo hizo.
—Creo que estoy empezando a entender lo que te gusta, sí. Lo que parece justo teniendo en cuenta que pareces tener habilidades de nivel ninja para hacer que un tipo se corra.
—¿De verdad?
¿Elogios libres? No me molestaba hacerlo. Y era cierto que lo había sacado de una paja seca en menos de cinco minutos cuando habíamos rodado el otro día en la sección de Estudios LGBT de la biblioteca. Por lo visto nos gustaban tanto los libros como la ironía.
Las mejillas de Yeonjun adquirieron un precioso tono rosado, que se frotó mientras sacudía la cabeza con tono de reprimenda.
—No te pongas en plan chulito.
—A ti te gusta cuando me pongo engreído. —Le chasqueé los dientes juguetonamente, y el hecho de que sólo me diera otro empujón como respuesta me confirmó que tenía razón.
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Only 4 U (Yeongyu)
Random*Obra Adaptada *Todos los derechos y créditos a: *Fanfic Yeongyu *Yeonjun Top, Beomgyu Bottom *Historia con contenido +18, sino es de tu agrado este tipo de contenido, solo retírate y si hay algún problema, con toda la educación dirígete hacia mi y...
