Only 4 U (Yeongyu)

5

Beomgyu apartó su ordenador. —Creo que estoy más preparado que nunca.

—De acuerdo. —dije y me acomodé de nuevo en la cama. La mirada de Beomgyu se desvió hacia mi entrepierna, así que miré hacia abajo para asegurarme de que todo estaba donde se suponía que debía estar. A veces las cosas se salían de lado cuando se estaba freeball.

Apretó los labios y cuando nuestros ojos se encontraron, parpadeó rápidamente y los cerró como si algo le doliera mucho.

—¿Estás bien? —Lo miré con creciente preocupación. Mis habilidades de primeros auxilios estaban un poco oxidadas.

Beomgyu abrió los ojos de golpe. —Maldita sea, sé que eres spankit4u y ni siquiera puedo mirarte ahora porque sé que no debería saberlo, y tu pene es enorme, tal como dijiste que era, aunque no te creí en ese momento, y... — Se cubrió la cara y dejó escapar otro sonido de dolor que era un cruce entre un gemido agudo y dramático mientras sentía que la sangre se me escapaba de la cara—. Me he estado masturbando con tus sesiones en solitario durante semanas, y me siento como un puto pervertido total. Obviamente ya no lo hago, desde que descubrí que eras tú, la parte de las pajas, quiero decir, porque eso sería totalmente raro, ¿no? Pero definitivamente lo hacía antes y yo... Es tan incómodo. Probablemente sigo siendo un pervertido de cualquier manera.

Digerí todo aquello en un silencio de sorpresa. Había tenido cuidado de nunca mostrar mi cara. Tenía pocas marcas identificativas en mi cuerpo.

Ni tatuajes ni marcas de nacimiento únicas. Nada que fuera memorable.

—¿Qué... cuál... cómo...? —Ahora fue el momento en que mis neuronas decidieron abandonarme.

—Cuando busqué tu acondicionador ese día, casi derribé una botella de agua y en el proceso de intentar no freír tu computadora, la activé y vi la página de Pornhub. No pensé realmente en eso hasta que vi el vídeo que publicaste desde la casa de los padres de Heeseung. ¿Recuerdas cuando me topé contigo cuando estabas en ese baño con el papel pintado rojo y esa extraña caja de pañuelos dorada?

—Mierda. —Ni siquiera había estado pensando en eso. Había estado pensando en Beomgyu y Jay y en las selecciones del draft. No recordaba una caja de pañuelos de oro.

Slang-En referencia a no usar ropa interior.

Beomgyu se llevó la mano a un lado de la cara.

—Lo sé, dímelo a mí. Ahora me sonrojo cada vez que te miro. Te regañé por el tamaño de tu pene y... no mentías en absoluto. Ahora, cuando te miro, pienso en cómo sé que te gusta jugar con esa hendidura cuando... —Puso las manos sobre su cara roja y brillante—. ¿Ves?

La mortificación trató de surgir en mi interior, pero la reprimí y en su lugar brotó una risa inesperada. Tenía razón. Nunca lo había notado antes, pero ahora que lo pensaba, sí, gravitaba absolutamente hacia esa pequeña hendidura en mi coronilla cuando me ponía duro.

Beomgyu me miró a través de una grieta en sus dedos.

—¿Te estás riendo?

—Yo... sí —Parecía que no podía parar. Me dejé caer de nuevo en la cama mientras retumbaba en mi pecho y luego me restregué las manos por las mejillas—. Mierda. Está bien.

Beomgyu seguía mirándome como si lo hubiera confundido. Yo también estaba un poco confundido. Pero supuse que el tinte histérico era probablemente comprensible. Beomgyu era la última persona en el mundo que había imaginado que me atraparía.

Me senté. —Bueno, vamos a ordenar esta mierda. Viste mis videos antes de descubrir que era yo. Eso no es gran cosa. No hay razón para sentirse como un pervertido por eso. ¿Verdad?