6. La ropa interior es sagrada

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6. La ropa interior es sagrada

Punto de vista de Savannah

Otra mañana despertando en Boston. Con los pocos días que llevaba en la ciudad podía notar que el clima siempre era el mismo. Helado por las mañanas y cálido por la tarde y por la noche. Me levanté de mi cama y estiré mis brazos hacia arriba perezosamente.

Mi teléfono no dejaba de vibrar en la mesita de noche, fue eso lo que me despertó en primer lugar. Lo tomé y noté que varias de las notificaciones eran mensajes. Todos los mensajes de la misma persona.

Lucas:
¿Qué paso ayer? ¿Quién era la chica esa?

Lucas:
¿Qué te hizo el desgraciado ese?

Lucas:
¿Sabes que puedo matarlo con mis manos no es así?

Lucas:
¡Chica respóndeme los jodidos mensajes!

Reí ante la paranoia de mi amigo. Le respondería luego, lo único que quería en ese momento era bañarme ya que ayer había caído rendida en la cama y no tuve tiempo de quitarme los restos de merengue del cabello.

Dejé mi teléfono en la mesita de noche y tomé mi toalla para darme un baño. Pero cuando iba a entrar al baño, mi puerta se abrió de sopetón.

Jeje, sopetón.

-No hay tiempo para explicacionesn tienes que ver esto -dijo Harper mientras avanzaba a la ventana de mi habitación. Con una expresión de duda en mi rostro, la seguí.

Nada llamaba mi atención. Habían algunos maestros caminando, uno que otro alumno, mi ropa interior y uniforme colgados en el mástil de la bandera, el conse...

¿QUÉ?

En vez de la bandera de Laurent y la de Estados Unidos, en el mástil de la bandera estaba un conjunto de ropa interior roja y podía reconocer que fue uno de los que compre antes de venir aquí, también estaba mi uniforme, el que debía usar en menos de treinta minutos.

-Yo lo mato -murmuré apretando mis puños logrando que mis nudillos se volvieran blancos.

-Uh, ¿Savannah? -me volteé y vi que Harper había abierto la gaveta de la ropa interior, su rostro no expresaba alegría exactamente.

-Por el ángel... -supliqué y avance hasta ella. Lo que me temía, mi gaveta estaba completamente vacía, sólo había una estúpida nota.

Podrás tener dignidad pero tu ropa interior la perdiste hermosa. Besitos, A.

Tomé la nota y la arrugué hasta hacerla una bola de papel que lancé por la ventana. Si hubiera sido una broma con bombas de pintura o maquillaje permanente, probablemente me hubiera reído. Pero esta vez, Alex se había metido conmigo, la ropa interior de una chica no se toca.

"A menos que seas Francisco Lachowski"

Triste pero cierto.

Alexander Thompson se arrepentiría de haber siquiera tocado mis cosas.

-Si quiere guerra, guerra tendrá -dije colocándome una bata- ¿Me prestas algo de ropa hasta el domingo?

[...]

-¡Quemados! -gritó la maestra Collins.

Al fin algo de violencia en este lugar. Con este ya eran cuatro días en Laurent y me había dado cuenta de algunas cosas. Las chicas de aquí, no eran zorras como en la mayoría de las películas, pero si huecas. Cuando venía caminando hacia el jardín vi a una chica llorar porque su uña de la mano derecha había quedado más más larga que la de la mano izquierda.

Twins© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora