CAPITULO 34

4.4K 273 30
                                    



-Sigo sin poder creérmelo-Escupió entre dientes. Nunca había visto a Rebeca tan molesta de cómo lo estaba ahora -¿Por qué hay tantas zorras en esta escuela? ¡No las soporto!

Todavía ignoraba el porque mi amiga se encontraba tan furiosa. Había intentado utilizar el método más fácil, el cual constaba en solo preguntárselo y ya, pero después de insistir un buen rato sin obtener respuesta alguna me di cuenta que esto no resultaría tan sencillo como pensé.

-y el muy idiota de Ethan me dijo que me tranquilizara -golpeo su mesa -maldita sea, estoy muy enojada, tengo ganas de golpear a esa chica.

-¿Michell? -pregunté.

-¡no digas su nombre! -gritó histérica -ni me la menciones que estoy a nada de ir a buscarla y arrancar sus falsas extensiones baratas.

-De acuerdo, no diré su nombre. -por el bien de la humanidad. -¡solo necesito que me expliques que fue lo que sucedió!

El próximo miércoles seria la copa anual de la escuela, por lo cual, las clases se cancelarían después de la hora de descanso. Beca y yo estábamos en la cafetería, la cual se encontraba particularmente vacía. Casi todos estaban en los entrenamientos de deportes; participando o simplemente observando.

Grayson debía estar obligatoriamente en su entrenamiento, es por eso que Beca y yo nos encontrábamos solas en nuestra mesa de siempre.

-el club de baile y porristas viene siendo lo mismo, ¿lo sabes, cierto?

Asentí para que continuara.

-cada año las porristas se reúnen con el entrenador para ser elegidas como las "hermanas espirituales" de los jugadores de futbol. ¡Es una completa estupidez, si me lo preguntas!

Nunca había escuchado algo similar, estaba bastante perdida. -¿podrías definirme lo que es una "hermana espiritual"?

Respiró profundamente, supe que estaba haciendo un gran intento por no perder la cordura.

-es básicamente... se trata de que las chicas les sirven a los jugadores en todos sus caprichos, hasta en algo más. -me explicó empleando un tono bastante brusco. -se supone que solo los ayudan a ordenar su uniforme, comprarles bebidas hidratantes y apoyarlos moralmente. ¡Pero eso es una completa mentira! Michell, como ya sabrás, eligió a Ethan.

Mi mente comenzaba a aclararse en pura comprensión.

Y es que... si Michell hubiese elegido a Grayson, yo también estuviera así o peor.

-además, la tradición de la copa con las hermanas espirituales es que deben acompañar a los chicos en la clausura, que es más o menos como una fiesta.

Mi rostro se desfiguro en una mueca de frustración, eso no sonaba nada bien.

-¡se tomó la libertad de decorar su casillero y ornearle brownies! -exclamó acompañado de un hilo de voz. -y claro, a Ethan solo le quedo agradecerle y comerse todo lo que esta chica le cocinó.

-¿Qué te dijo él?

-¡No piensa que está mal! -apretó sus puños. -Mere, me dijo que estaba siendo dramática.

Oh, oh no...

-¿Dónde está ahora? -pregunté.

-en entrenamiento. -se cruzó de brazos mientras su mirada se perdía en algún punto incierto de la habitación. -lo sabes Meredith, ¡esa chica no va a descansar hasta meterse en sus pantalones!

Negué con la cabeza, inconscientemente. -no, eso no va a pasar. -le aseguré. -primero porque Ethan te adora y segundo, porque no lo vamos a permitir.

SIEMPRE FUISTE TÚ / GRAYSON DOLANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora