CAPITULO 35

4.9K 338 61
                                    



Y al final, tarde o temprano todo llega.

Y había llegado el día, el día que me enfrentaría con el padre de mi novio.

El señor Dolan.

Quien cabe mencionar, no ha demostrado mucha simpatía respecto a la nueva relación de su hijo. No tenía muchas cosas a mi favor, pero tampoco es como si eso me preocupara mucho. Si yo estaba ahí, era por Grayson.

Aunque...

Estaba nerviosa, muy nerviosa, pero sabía perfectamente que debía reflejar seguridad y sobre todo, no permitir que me intimide.

¿Sería eso posible?

Diablos, mi estómago dolía.

―oye, si no quieres ir ―apretó mi mano cariñosamente. ―podemos simplemente posponerlo para otro día. Te ves... tensa.

―soy una chica, ¿de acuerdo? ―Mi mirada se perdía a través de la ventana empapada con pequeñas gotas de agua. ―es normal que este así. ¡Voy a conocer a tus padres!

Acarició el torso de mi mano, escuche su risita vibrar dentro de su garganta. ―nena, ya los conoces. ―aclaró ―pero tienes razón. No tienes de que preocuparte, todo saldrá bien.

Eso espero.

―Mi madre quería que llevara un poco de su sopa de espárragos. ―arrugue mi nariz, era asquerosa. ―gracias a dios, logre convencerla de no hacerlo.

―Beatriz cocina delicioso. ―intervino. ―apuesto a que esa sopa estaba grandiosa.

¡Sí, claro... espera a que la pruebes!

― ¿Estás seguro de que este es su vino preferido? ―quise saber, nuevamente. ―¿Qué pasa si tomamos el equivocado?

No contestó, en vez de decir nada el simplemente se echó a reír. ―Cariño, te prometo que esa es, ¿de acuerdo? Deja de darle tantas vueltas a todo, no resulta nada bueno.

― ¡No te burles de mí! ―solté su mano para cruzarme de brazos, ofendida. ―tú la tuviste fácil, mis padres te adoraron desde el principio.

―Claro, igual que su hermosa hija. ―sonrío abiertamente sin quitar sus ojos del camino.

¡Vaya... que modesto!

―ya quisieras tú.

Grayson río por lo bajo, completamente animado... yo por mi parte, no pude evitar seguirle el gesto.

― ¡oh, esta canción me gusta! ―subió el volumen escandalosamente mientras cantaba a todo pulmón.

No pude evitar soltar una que otra carcajada, se veía bastante gracioso.

―!canta conmigo, nena! ―exclamó con energía. ―¡vamos, suéltate un poco!

Negué con la cabeza sin dejar de reír, yo no canto... jamás pasaría.

Me miro y arqueo una ceja, pero siguió cantando un buen rato hasta que soltó de pronto:― ¿escuchaste eso? ―preguntó mientras apagaba completamente la música. ― ¿fue un neumático?

Mi ceño se arrugó en confusión, no había escuchado nada.

― ¿de qué hablas? ―su rostro estaba atento a cualquier sonido del interior, mientas yo, aún confundida, solo me limite a volver mi mirada en todas direcciones. ―no escuche nada.

― ¿espera un momento, si? ―giró el volante hasta detenerse a un lado de la calle. Estábamos en una zona un tanto solitaria, no había muchas casas habitadas. La casa de Grayson era un poco más adelante, sin embargo, todavía faltaba un poco para llegar. ―me bajare para revisar que todo esté en orden. Quédate aquí, no tardo.

SIEMPRE FUISTE TÚ / GRAYSON DOLANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora