Capítulo 26

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La noticia de mi admisión en la academia de Bellas Artes se esparció como pólvora. Tanto, que el sábado en la tarde ya todos los que me conocían estaban al corriente del acontecimiento.

Diego fue quien se encargó de darle la noticia a Lucia cuando se vieron por la mañana en la academia de danzas. Luego fue Lucia que se lo comento a Claire en el trabajo por la tarde y ambas gritaron de emoción por mí que hasta Ernesto, mi jefe, término enterándose de la noticia; incluso me llamo para felicitarme y me pidió una reunión el lunes a primera hora para hablar sobre qué pasaría de ahora en adelante con mi puesto de trabajo.

Karen lo supo gracias a mi abuela que tampoco pudo guardar por mucho tiempo el secreto, y para este momento hasta mis padres sabían de mi admisión; inclusive, mis vecinos del edificio ya estaban enterados.

Admito que me hiso muy feliz ver como las personas que me quieren comparten mi alegría como propia. Todos ellos han sido parte fundamental en esto, han estado para mí de alguna forma, me han dado su apoyo, sus buenas vibras y en momentos difíciles, nunca me dejaron tirar la toalla.

―Un poco más de sombra por aquí y... ¡listo! ―Dijo complacida Lucia viendo el resultado final―. Mírate Amb, has quedado preciosa.

Me acerqué al espejo de cuerpo entero que había en mi habitación.

―Has quedado mamasota, nena ―concordó Karen con voz socarrona.

Ambas primas habían venido a ayudarme luego de que sin tomarme en cuenta, todos ellos decidieran que iríamos a celebrar, incluso Derek estaba involucrado en el asunto.

―Si yo fuera Derek te arrancaría la ropa con los dientes... ¡Grrr! ―Imito el ronroneo de una gata, Lucia―. ¿Te pusiste ropa interior sexy? ―Pregunto muy interesada en mi respuesta.

― ¡No! ―grité.

Karen y yo le dimos una mirada asesina; ella solo sonrío.

―Deja tus morbosidad para cuando estés con Raúl ―la riño Karen.

―No dije ninguna morbosidad ―se hizo a un lado y comenzó a guardar todo el maquillaje que había utilizado en mí; ellas habían venido ya arregladas desde su casa―. Sólo qué en estos casos, el sexo de celebración es muy común ―me guiño un ojo.

― ¡Cállate! ―Le espete sintiendo mis mejillas arder, parece que ella había olvidado por completo la presencia de Mila en la habitación―. Y gracias, me encanta como quede.

Hizo un ademán de suficiencia con la mano.

Esta noche había decidido usar algo más sexy para sorprender a Derek; así que con ayuda de las chicas escogí vestirme con unas leggins de cuerina negra súper ceñidas al cuerpo que resaltaban mi trasero de manera extraordinaria. Un diminuto top de color azul a medio hombro y con las mangas largas, dejando al descubierto parte de mi cintura y ombligo. Y por petición de mi abuela alcahueta tuve que calzarme un par de botines de diez centímetros de alto, según ella para tener un look completo y seductor ya que la idea era impresionar a mi novio esta noche. Por otro lado, mi cabellera rojiza luce despampanante con ondas sueltas que caen por mi espalda y mis ojos se ven más verdes que nunca gracias al remarcado y exuberante maquillaje que Lucia me ha aplicado.

Espero que ha Derek le guste el resultado tanto como a mí.

― ¿Cómo se ve mami, Camila? ―le preguntó Karen a Mila, quien jugaba distraída con alguna de mis prendas que habían quedado regadas sobre la cama.

La pequeña rubia levanto sus ojitos azules hacia mí y con un collar entre sus labios, murmuro su respuesta.

―Mami... inda ―aplaudió emocionada si entender realmente.

Bailando Contigo © VERSIÓN MEJORADAWhere stories live. Discover now