❛Drogadicto❜ 💊 [Rubén Doblas]

33; suplicaciones a oídos sordos ❄

_:

―Por favor, Nick. ―imploro ya cansada. Arregló la soga en mis tobillos Mark, hizo un nudo en la cuerda y se puso bien en su postura, que era estar en cuclillas.

―Joder ya me estás hartando, que lo sepas.

―Nick.

―____ cállate de una puta vez, aunque llores, grites y supliques no te dejaré que te vayas. Hasta aquí llegas.

Negué débil y murmuré:

―Hace unos años dijiste que me amabas, me jurabas amor eterno, me decías y recordabas que yo era tú vida... Que jamás me harías daño... ―gemí de dolor al sentir un peso en mis pies― Tú afán de mentir, herir y destruir... Rompes lo que amas. ―lo miré con los ojos cristalizados; los cerré despacio y lágrimas rodaron por mis mejillas.

―No lo hago.

Frunció el ceño.

―Claro que lo haces...

Asentí.

―Justo ahora lo estás haciendo.

Él calló simplemente y miraba mi cuerpo inmóvil en la madera del barco.

―Mark, ya es hora. Tírala ya. ―habló seco, se volteó ante la escena.

Externo:

Ella no tenía movilidad en sí misma. Le costaba hasta pestañar. Cansada, de implorar se dejó llevar.

Inhaló su última bocanada de aire y se relajó, exhalándolo suavemente por la nariz.

Sus pies descalzos hicieron contacto con las frías aguas del gran lago al igual que la roca se hundió con el cuerpo de ésta.

Sus brazos bajaron extendidos a la superficie, hasta que lo último que recibió oxígeno fuera la punta de sus dedos. Abrió sus ojos debilitada, y logró visualizar la imagen de Nick acompañado de Mark en el barco.

Se dejó estar, el aire se le agota y las burbujas finales, se llevan su última gota de oxígeno.

―Ya está.

Sacó los guantes de cuero negro que llevaba en sus manos, Mark.

―Vámonos al bar. ―sentencia de la nada el hombre, echó su último vistazo al agua y se dispuso a mirar a otra dirección.

―Como ordene señor.

Acepta sin protestas su acompañante y comienza a remar sin dificultades.