｡･:*:･ﾟ★ DEAD MAN
❝así que, en otras palabras, ¿soy básicamente una versión mucho más oscura y destructiva de una bruja que arruina la vida?❞
DONDE la vida de adrian martin da un vuelco repentino cuando se ve envuelto en el inusual caos de scott y...
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ADRIAN SE MOVIÓ INCÓMODO EN LA SILLA MIENTRAS GERARD ARGENT HOJEABA SUS EXPEDIENTES. A Adrian no le cuadraba que el abuelo de Allison viniera a la ciudad para el funeral de Kate y ahora dirigiera su escuela. Toda la situación le parecía sospechosa al pelirrojo... y no le gustaba nada.
—Scott McCall. —El hombre mayor leyó el expediente que tenía detrás de la mesa—. Académicamente no eres el más destacado, pero veo que te has convertido en todo un atleta estrella. —El hombre lobo se revolvió en su asiento ante la mirada de Gerard. Adrian no lo culpaba. Después de todo, Scott les había informado a él y a Stiles de la condición del hombre como nuevo miembro de la familia de cazadores de hombres lobo. Al parecer, este hombre era mucho peor que Kate Argent y cuanto más tiempo pasaba Adrian en su despacho... más empezaba a creerlo.
Scott lo había visto de primera mano. Gerard había cortado a un hombre lobo omega por la mitad, afirmando que todos los hombres lobo de Beacon Hills iban a morir como venganza porque Peter había matado a su hija. La intensidad de los Argents estaba realmente empezando a preocupar a Adrian acerca de sus opiniones sobre los Nigromantes.
—Adrian Martin. —Gerard siguió adelante, haciendo contacto visual con el pelirrojo que lo miraba fijamente—. Bastante parecido al señor McCall. Académicamente, no el más dotado con un poco de problemas de comportamiento. Pero, deportivamente, muy hábil y prometedor.
—Yo no lo llamaría realmente 'problemas de comportamiento' pero... claro —Adrian refunfuñó, y su novio le dio un ligero codazo en el pie en señal de que dejara de hablar para no cavarse un agujero aún más profundo.
Por suerte, Gerard no replicó y pasó a Stiles. —Señor Stilinski. Oh, notas perfectas pero pocas o ninguna extraescolar. —Dejó la carpeta en el suelo—. Tal vez debería probar lacrosse.
—Oh, en realidad ya estoy... —Gerard levantó un dedo, silenciando al chico. Adrian hizo todo lo posible por disimular la mirada que tanto deseaba lanzar. Realmente empezaba a disgustarle la cantidad de veces que alguien le cortaba el rollo a Stiles... sólo a él se le permitía hacerlo.
—Un momento. —El Argent se volvió hacia Scott—. McCall. Tú eres el Scott que salía con mi nieta.
El chico moreno dudó antes de hablar. —Salíamos, pero ya no. No salíamos, no nos vemos ni hacemos nada el uno con el otro... en absoluto. —Divagó, sus nervios se veían a la legua.
—Tranquilo, Scott, parece que estés a punto de partir una pastilla de cianuro con los dientes. —Habló el hombre, contagiándose de los nervios del chico. ¡Por supuesto que Scott estaba nervioso! ¡Él había presenciado a este hombre matar a los de su propia especie!
El hombre lobo respiró hondo, tratando de calmar su estado de ansiedad. —Sólo una ruptura dura.
—Qué lástima —Gerard esbozó una sonrisa tensa—. A mí me pareces un chico bastante agradable. Ahora escuchen chicos, sí, soy el director, pero de verdad que no quiero que piensen en mí como el enemigo.
