｡･:*:･ﾟ★ DEAD MAN
❝así que, en otras palabras, ¿soy básicamente una versión mucho más oscura y destructiva de una bruja que arruina la vida?❞
DONDE la vida de adrian martin da un vuelco repentino cuando se ve envuelto en el inusual caos de scott y...
CAPÍTULO VEINTIUNO. ¿eso es todo lo que querías decirme?
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ADRIAN SE SENTÓ SOLO EN LA COCINA MIENTRAS SE PREPARABA UN TÉ. El día de hoy no había salido como esperaba. Su plan de confesarse a Stiles estaba jodido; las responsabilidades de ser un Nigromante arruinaban sus posibilidades.
Era un asco, saber lo que eres y a la vez no saber de lo que eres capaz. Derek dijo que un Nigromante puede llegar a hacer todo tipo de cosas poderosas; pero sólo si es lo suficientemente fuerte.
¿Qué pasa si no puedo ser lo suficientemente fuerte? El niño pensó con tristeza para sí mismo, observando cómo el té giraba en su taza. ¿Qué pasa si estos poderes me destruyen? Derek dijo que el acto de resucitar a los muertos podría ser letal. El chico pensó con tristeza, mientras observaba cómo el té daba vueltas en su taza.
Adrian soltó una pequeña burla, sacudiendo ligeramente la cabeza. —¿Cuándo voy a resucitar a los muertos? —Se preguntó a sí mismo, pensando que estaba teniendo una conversación completa a solas.
—Oh, no lo sé. —Una voz repentina habló desde detrás de él, su tono inquietantemente familiar—. Estoy seguro de que podemos encontrar alguna manera, mi pequeño Nigromante.
Adrian le dio la espalda y fue a buscar rápidamente uno de los cuchillos de cocina. Por desgracia, Peter Hale estaba un paso por delante de él. El pelirrojo fue agarrado y duramente inmovilizado contra la pared, gruñendo por el esfuerzo.
—Aléjate de mí —Adrian forcejeó, la fuerza del Alfa le dominaba— ¡No soy tu mascota sobrenatural! —Siseó.
—¿No lo eres? —se burló Peter, ladeando la cabeza—. La última vez que recuerdo, Adrian, tienes mi mordida. Me perteneces.
—No quiero tener nada que ver contigo, —fulminó el pelirrojo con la mirada, dejando de forcejear ahora que era inútil—. Y Scott tampoco.
—Los dos podrían ser mucho más si me siguieran. Deja ese grupito de amigos tuyo que te está frenando. —Le dijo Peter, mirándolo como decepcionado.
—Me están frenando la locura. —Declaró Adrián, manteniendo su dura mirada—. No lo sabrías, ya estás muy lejos.
El alfa tarareó. —Curioso. Scott dijo cosas parecidas. —Señaló—, Derek está de acuerdo conmigo. Sólo quiero que Scott y tú alcancen su máximo potencial.
—Mataste a su hermana. Derek nunca estará de tu lado. —Espetó el jugador de lacrosse, con fuego en los ojos—. Nadie estará a tu lado.
Peter no parecía ofendido mientras dejaba escapar un suspiro, sacudiendo la cabeza. —Tal vez tus opiniones cambien... una vez que sientas las cosas a mi manera.
Adrian frunció el ceño y abrió la boca para hablar. Sin embargo, antes de que pudiera articular palabra, sintió un dolor agudo en la nuca. El chico Martin gritó cuando Peter introdujo sus garras antes de sacarlas, dejando un pequeño reguero de sangre que recorrió el cuello del chico.
