｡･:*:･ﾟ★ DEAD MAN
❝así que, en otras palabras, ¿soy básicamente una versión mucho más oscura y destructiva de una bruja que arruina la vida?❞
DONDE la vida de adrian martin da un vuelco repentino cuando se ve envuelto en el inusual caos de scott y...
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ADRIAN MARTIN LLEVABA UNA MIRADA ESTRESADA MIENTRAS ENTRABA EN EL EDIFICIO DE LA ESCUELA, CON SU NOVIO Y SU MEJOR AMIGO A SU LADO. Hasta ahora, no había habido ningún progreso en la búsqueda de Lydia... y Adrian se estaba volviendo más que paranoico al respecto.
A estas alturas, todo el mundo en Beacon Hills parecía estar al tanto de la desaparición de la rubia fresa y de su ataque la noche del baile escolar. Bueno, ellos no sabían de ello. La gente pensaba que Lydia había sido atacada por algún animal, y Adrian estaba hospitalizado intentando salvarla.
Parecía que dondequiera que el chico Martin se volvía la gente hablaba de su familia y de su hermana. A Adrian no le gustaba nada. De hecho, esta mañana ya había golpeado a tres personas que hablaban mal de su hermana.
—¿Comió hígado? —preguntó Scott mirando a Stiles, que les estaba informando a todos de lo que le había contado su padre.
El chico Stilinski negó con la cabeza. —No, no he dicho que se lo comiera. Sólo he dicho que faltaba. ¿Y sabes qué? Incluso si lo hizo, ¿y qué? Es la parte más nutritiva del cuerpo. —Dirige la mirada hacia el pelirrojo, que había estado callado toda la mañana, intentando levantarle el ánimo.
—Nunca en hecho algo con el hígado de alguien —Scott señaló en un murmullo. Adrian puso sus ojos. ¿Qué quería él? ¿Una estrella de oro que diga bien hecho?
—Sí, claro, porque cuando se trata de hombres lobo, eres todo un modelo de autocontrol. —El adolescente con corte de pelo continuó sarcásticamente, poniendo los ojos en blanco tras su novio. De repente, se detuvo, dándose la vuelta—. Espera, espera... tú eres el caso de prueba para esto, así que deberíamos repasar lo que te pasó. Y a ti. —Miró entre los dos chicos.
Adrian puso una cara rara. —¿Yo?
—Sí, quizá Lydia tuvo mala suerte y es una Nigromante como tú.
El adolescente miró al chico, burlándose. —Vaya. Qué manera de hacerme sentir bien conmigo mismo, Stilinski. —Murmuró.
Scott lanzó a Stiles una mirada de duda. —¿Qué quieres decir?
Adrian suspiró. —¿Se refiere a qué pasaba por tu cabeza cuando empezaste a convertirte? ¿Qué cosas te atraían? En cuanto a mí, sólo me está diciendo lo mucho que apestan mis poderes.
Los ojos de Stiles se abrieron de par en par. —¿Qué...? ¡No estaba diciendo eso! Tus poderes son geniales. Sólo que... a veces es mala suerte tenerlos. —Se interrumpió, entendiendo lo que decía el chico.
Scott ignoró a los dos, pensando en lo que le atraía. No pasó mucho tiempo antes de que una respuesta apareciera en su cabeza, una sonrisa cursi tomando lugar en sus labios.
