–Ya estás limpio –Rigna sale del baño con Magnus en brazos.

Viste un mameluco de Mikey Mouse, con orejas y todo.

–Aww, se ve adorable –recojo a Alec del suelo y lo acerco a Magnus–. ¿Verdad que se ve bien?

–Mag, lido –Alec toma una de las orejas redondas.

–Y ahora, tú serás lindo –me acerco al baño y antes de cerrar escucho a Magnus decir.

–Ale ma lido.

~City pier A[*]~

Jace ^^

>Muy bien, tú tranquilo, es sólo una pregunta. Una pregunta fácil y directa, sin dar tantas vueltas, sin dar tantos tropezones... ah por el ángel, concéntrate.< Bien, ya descubrí lo nervioso que estoy. Mis manos tiemblan y mis pies golpean una y otra vez la madera que promete romperse.

–¿Jace?

Aquí está, tan hermosa como siempre.

–Hola, Clary –intento parecer neutral–. Te ves bien.

–Gracias, tú también estás guapo.

Me acerco para tomar su mano y entrelazar nuestros dedos.

–¿Qué hacemos aquí? –pregunta mirando alrededor.

–Quería darte un obsequio –me retiro para que vea el modesto bote que me consiguieron.

–¿Rentaste un bote? –pregunta sorprendida.

–Sí, sólo para nosotros –no es precisamente cierto, pero ella no tiene que saberlo–. Ven, sube.

Con cuidado sube al bote y una vez que estoy dentro quito la cuerda y comienzo a remar. En todo momento la miro, pero ella no se da cuenta ya que está distraída con el agua, el cielo y la vista en general de la ciudad. Son alrededor de las once y media de la noche, la luna está llena dándonos una noche fresca y despejada, una noche perfecta. Una vez termino de remar quedamos en un punto donde sólo hay agua alrededor, la ciudad a una distancia prudente y la estatua de la libertad iluminada desde abajo justo al frente.

–Clary –atraigo su atención–. Quería darte esto porque...

–No debe haber razón –me interrumpe comprensiva–. Es sólo un lindo gesto, del chico más lindo que conozco.

–Pero sí hay una razón –insisto y me inclino provocando que el bote se tambalee un poco–. Clary, para mí tú eres la persona más valiente, segura, hermosa y un poco caprichosa que conozco...

–Yo no soy caprichosa.

–No, y por eso haces siempre lo que te dicen ¿verdad?

–Si las cosas que dicen tienen sentido.

–No, sólo si lo que dicen te parece importante.

–Eso...

–Clary –quiero acabar con esto pronto o vomitaré en sus pies de lo nervioso que estoy–. Quiero decirte esto desde hace un tiempo y creo que este momento es perfecto. Si tú supieras cuánto significas para mí. Eres hermosa, valiente, rebelde y, como dije, un poco caprichosa. Todas esas cosas para mí no son otra cosa que parte de tu perfección. Dicen que la persona perfecta no existe, no estoy de acuerdo, creo que todos encontramos a la persona perfecta para nosotros y tú eres eso para mí. Eres perfección, Clary. Y quiero pasar todos los días de mi vida en todas las formas posibles contigo. Sé que no soy perfecto, pero contigo seré lo mejor que pueda ser. Clarissa Adele Fairchild –busco en mi chamarra de cuero y saco una flor que justo en ese momento se abre. Ya es media noche–. ¿Te casarías conmigo?

Malec ¿otra vez? Where stories live. Discover now