Goku En Avatar- Fanfic

Capítulo 35: El Despertar.

Los personajes aquí nombrados no son de mi autoría. Créditos a sus respectivos autores. Yo sólo soy un fan, que escribe esta historia para entretener a otros fanáticos.

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Aang abría los ojos lentamente. Habían pasado algunas semanas desde lo ocurrido en Ba Sing Se.

El monje observó a su alrededor, notando que estaba rodeado de insignias de la Nación del Fuego. Rápidamente se levantó de su cama y fue hacia el exterior, deshaciéndose de dos sujetos en el camino.

Al llegar afuera, Aang se encontró con Momo y el resto de sus amigos.

—¡Aang, despertaste! —dijo Katara, abrazándolo.

Pronto Sokka también llegó junto a Aang, disfrazado de soldado de la Nación del Fuego.

Todo esto. Ver a sus amigos disfrazados de la Nación del Fuego, fue tan repentino para el monje, que terminó desmayándose.

(...)

En otro barco de la Nación del Fuego, Zuko y Mai compartían un momento. Aunque el príncipe aún seguía pensativo por la traición a su tío.

Sin mencionar que estaba preocupado por si algo cambió en él, o en la Nación del Fuego.

(...)

Aang preguntaba por qué estaban en un barco de la Nación del Fuego y por qué todos estaban vestidos así.

Pero Katara lo calmó. Estaba herido y necesitaba descansar. Sin mencionar que ahora tenía cabello.

En eso Hakoda llegó para saludar a Aang y presentarse como el padre de Katara, a lo que ésta, algo enfadada, termina mandando a su padre a otro lugar, pues quería estar a solas con el monje.

El nómada aire iría con su amiga para una sesión de sanación. En eso, recordó algo.

Su ascenso al estado Avatar y como Goku lo salvó del ataque de Azula.

—¡Goku! —exclamó Aang—. ¿Dónde está Goku?

Katara cambio su cara de inmediato. Se puso algo triste y miró al suelo.

—Encontramos a sus padres y... se llevaron su cuerpo —dijo Katara.

—¡¿Qué?! ¿Goku está... ? —Aang no terminó su pregunta, pues algunas lágrimas se escaparon de sus ojos—. No sólo fui derrotado, sino que también fui salvado y ahora él está... él está...

—No te hagas esto, Aang. Es duro para todos —dijo Katara.

Aang tocó su pecho. —Sentí que el ataque llegó a mí. ¿Cómo es que pude sobrevivir?

—Usé un poco del agua del Estanque del Oasis del Polo Norte. Gracias a que sólo recibiste una menor cantidad de daño.

—Eso quiere decir que...

—Así es... —interrumpió Katara, algo cabizbaja—. Goku se llevó gran parte del daño...

(...)

—¿Estás cansado?

Goku abrió sus ojos, encontrándose con el espíritu que vivía en su interior.

—Gran Rey Mono. Pensé que ya nunca más te vería —dijo Goku.

—Pues aquí me tienes...

Goku cambió su rostro sonriente por una mirada deprimida. —Lo siento. Yo fallé. He perdido.

El espíritu bajó su mirada al suelo. —Pero haz hecho lo correcto. Pusiste en juego tu propia vida, para un bien mayor. Yo no tuve la oportunidad de hacer lo mismo por mis amigos, y por eso he sufrido bastante.