Capítulo 0: El regreso del Avatar.

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Los personajes aquí nombrados no son de mi autoría. Créditos a sus respectivos autores. Yo sólo soy un fan, que escribe esta historia para entretener a otros fanáticos.

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84 años después del gran genocidio de los Nómadas Aire a manos de la Nación del Fuego.

Llantos de un recién nacido se escuchaban en una choza, a cercanías del ya vacío Templo Aire del Sur.

Una mujer había dado luz a un niño, el cual, no dejaba de chillar. Tenía muchas energías, al parecer.

Sus padres sonrieron por esto. Estaban felices por haber concretado por fin a su hijo, ya que varias personas les habían dicho que les sería imposible tener uno.

-Ya sé que nombre te pondré -dijo el hombre, el cual tenía un peinado algo curioso, asemejándose a una palmera. Vio lo energético que era su hijo y no pudo evitar el recordarlo a él en su niñez-. Te llamarás Goku, y tendrás el apellido de mi maestro Gohan, Son. Ya verás niño, te enseñaré todo lo que me enseñaron, y en un futuro, podrás librarnos a todos de la pesadilla que está generando la Nación de Fuego.

Con eso dicho, el niño comenzó a reír, para sorpresa de sus padres.

-Mira Bardock, está riendo -dijo la mujer, llamada Gine.

(...)

Algunos años habían pasado. Ahora Goku ya tenía 15 años, y entrenaba a la par de su padre.

-Esto es increíble, hijo -dijo Bardock, mientras esquivaba un golpe directo a su rostro, echándose un paso atrás-. Ya puedes seguirme el paso.

Bardock lanzó una patada con su pierna derecha, haciendo un giro de 180°. La patada iba dirigida hacia la cara del pequeño Son, el cual, con una sonrisa en su rostro, bloqueó el golpe con su brazo derecho. Seguido a eso, aprovechó el momento y mal postura de su padre, para realizarle una barrida a su pie de apoyo. Con esto, hizo caer a Bardock al suelo.

Pronto, el pelos palmera mayor volvió a ponerse de pie, girando en el suelo hacia atrás.

-Bien hecho, Goku.

-Gracias, papá.

Bardock sonrió. -Esta bien, sigamos.

El adulto dio un paso adelante y alzó su puño. Goku hizo lo mismo y ambos quedaron frente a frente, con sus brazos derechos a la altura de su rostro, en una especie de cruz o inicio de combate.

Al instante, Bardock impulsó su brazo derecho a un lado, alejando el brazo de su hijo. Luego, lanzó un golpe directo con su puño izquierdo a la cara de su contrincante, a lo que éste, bloqueó usando su brazo izquierdo, de una manera rápida. Bardock dio otro golpe, esta vez con su derecha, y Goku bloqueó con la derecha.

De esa manera, continuaron los golpes a corta distancia. Por momentos Goku se defendía, y por momento contraatacaba.

Bardock no podía sentirse más feliz del desempeño de su hijo. Siendo tan joven, era muy capaz.

-Guerreros... -habló Gine, con una sonrisa en su rostro-... llegó la hora de comer. -La mujer giró su mirada hacia un árbol-. Momo, tú también.

Del árbol, un lémur volador salió a toda velocidad a posarse en los hombros de Goku.

El pelos palmera lo acarició y el animal comenzó a ronronear, como si de un gato se tratara.

(...)

Por otro lado, Katara y Zoka, dos adolescentes que pertenecen a la Tribu del Agua del Sur, habían encontrado un gran iceberg con alguien vivo dentro.

Gracias a Katara, este iceberg se rompe y libera a la criatura dentro de él.

Resulta, que había un Nómada Aire dentro.

Al recobrar su consciencia, éste pelón con flecha dibujada en su cabeza acompañó a los otros dos adolescentes a su hogar, siendo éste la Tribu Agua del Sur.

Allí, tras algunos acontecimientos inesperados, Katara descubre que Aang, el Nómada Aire que encontraron antes, es en realidad, el Avatar.

...

En otro lugar del frío oceano sureño, navegaba un gran barco perteneciente a la Nación del Fuego. Allí iba a bordo el príncipe de esta Nación, el príncipe Zuko.

Él fue testigo de una extraña luz a una distancia no tan lejana a su posición, resultándole curioso este suceso, por lo que fue hasta donde vio dicho fenómeno.

...

En la Tribu Agua, Aang y Katara paseaban por un viejo barco abandonado de la Nación del Fuego, que estaba varado allí tras una fallida conquista por parte de los enemigos.

Inesperadamente, Aang acciona una trampa, la cual lanza una vengala al cielo, alertando a Zuko, que cambia el rumbo de su navío hacia la Tribu Agua, a pesar de que su tío, el General Iroh, intentaba persuadirlo para que no hiciera tal cosa.

Zoka, hermano de Katara, nota la vengala y se pone alerta. Por un momento, llegó a pensar que Aang había alertado a propósito a los de la Nación del Fuego.

No pasó mucho tiempo para que los enemigos se presentaran.

Sin más remedio, el hermano de Katara tuvo que salir a enfrentar al príncipe Zuko, pero se vio la diferencia entre las habilidades de uno y otro.

Zoka quedó en ridículo y Zuko estaba dispuesto a quemar a todo el pueblo por encontrar al Avatar.

Sin embargo, Aang se entregó por sí solo, para evitar que más gente de la Tribu Agua saliera herida.

Ya en el barco, Aang conoció al General Iroh y conversaron. El Avatar se dio cuenta de que el anciano era una persona amable y honesta.

...

En la Tribu Agua, Katara y Zoka encontraron a Appa y fueron en busca de Aang.

...

Ya en el barco, Aang se las ingenió para salirse.

Esta vez su escape fue más fortuito, encontrándose con sus nuevos amigos y su bisonte volador.

Zuko quiso detenerlos, pero fue un intento fallido.

Furioso, el príncipe, quien ya tenía la alegría por los cielos por haber atrapado al Avatar, sintió la frustración de que su tesoro más importante, se le escapó entre los dedos, metafóricamente hablando.

...

Ya reunidos los tres, hablaron sobre su próxima parada.

Pues si... De ahora en adelante, Zoka y Katara lo acompañarían en su largo viaje por las naciones, para que Aang, lograra dominar todos los elementos.

La primer parada, era el Templo del Aire del Sur, su antiguo hogar.

Aang, aún desconocía lo que había pasado allí, hace 99 años atrás.

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Goku En Avatar- FanficWhere stories live. Discover now