Goku En Avatar- Fanfic

Capítulo 29: El taladro.

Los personajes aquí nombrados no son de mi autoría. Créditos a sus respectivos autores. Yo sólo soy un fan, que escribe esta historia para entretener a otros fanáticos.

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Allí estaban Aang y Goku viendo el gran taladro que tenía dirección hacia Ba Sing Se.

Goku frunció el seño, apretó sus puños e hizo rechinar sus dientes por la rabia que sentía.

No era posible que estuvieran en todos lados.

El pelos palmera recordó a toda la gente que intentaba huir de la nación del fuego. Tantas personas, tantos niños en esa bahía... todos ellos, llenos de esperanza de que Ba Sing Se sería intocable, y ahora, la nación del fuego trataba de derrumbar sus muros e invadirlo.

El Son comenzó a dejarse llevar por la ira, elevando inconscientemente su poder y rodeándose de un aura misteriosa y peligrosa. Pero gracias a que Aang lo calmó, fue que volvió a centrarse.

(...)

El Ministro de Guerra, Qin, hablaba de lo increíble y avanzado que era la máquina en la que ellos viajaban.

Parecía estar orgulloso de su avance tecnológico. Pero a Azula poco le importaba esto.

Ty Lee se puso a mirar a través de unos binoculares incorporados en la nave terrestre, y notó a varios maestros tierra a punto de atacarlos.

Azula no dudaba de la seguridad de esa nave, pero aún así, mandó a Mai y Ty Lee para acabar con esos maestros tierra.

(...)

Aang y Goku volvieron con sus amigos.

—Goku, Aang, ¿qué hacen aquí? —preguntó Katara.

—Tenemos un enorme problema —dijo Aang.

Fueron hasta la cima del muro, gracias a que Toph y Aang usaron la tierra control para alzarlos a todos encima de la muralla.

—¿Qué es tan grande que tenga que hacer esperar a Appa? —preguntó Sokka.

—Eso... —indicó Aang.

Todos observaron el enorme taladro móvil, el cual se dirigía hacia el muro exterior de Ba Sing Se.

—No puede ser. Incluso aquí... Ya no hay lugar seguro, ya no hay esperanza —dijo Ying, abrazando fuertemente a su hija recién nacida.

Goku vio esto y se sintió impotente.

Cerró sus ojos y respiró profundamente.

Estaba a punto de decir algo, pero fue interrumpido por uno de los soldados del Reino Tierra.

—¿Qué hacen aquí? No se permiten civiles en la muralla.

Aang tomó cartas en el asunto y se presentó. —Soy el Avatar. Llévame con quien está a cargo.

Los chicos fueron con el General a cargo de todo el escuadrón en la muralla.

Éste los recibió y dijo que todo estaba bajo control. Que la ayuda sería innecesaria. 

—La nación del fuego ha intentado atravesar este muro varias veces, pero nunca lo han logrado —dijo el General.

—¿Y qué hay del dragón del oeste? Él si pudo entrar —dijo Toph, recordando sus clases de historia.

—Bueno... Técnicamente si... Pero fue expulsado enseguida.

El General continuaba de incrédulo. Además, dijo enviar a un pelotón de maestros tierra a combatir con el enemigo. Todos fueron a orillas de la muralla para observar.