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Esta mañana he comprado algo de incienso en la tienda donde mi madre siempre solía comprarlo, y ahora toda la casa huele a ello. Es el mismo olor pero la sensación ya no es la misma. Supongo que debo dejar de tratar que las cosas sean como antes: no sirve de nada intentar reproducir las mismas canciones, ni poner las cosas en el mismo sitio que antes estaban o imitar los olores que antes habían. No funcionaba. Ya no era lo mismo.

Tristan llega más tarde, cerca de la hora de comer, y el olor aún sigue aquí. Sin embargo, él no comenta nada aunque estoy segura de que ha tenido que notarlo.

-¿Estás segura de que quieres hacer esto? -pregunta, con precaución.

-Sé que tengo que hacerlo... creo que es una forma de cerrar todo esto, ¿sabes? -le digo, ambos sentados en el sofá, con mi cabeza acostada en su regazo -. No puedo seguir teniendo miedo de una habitación y tampoco quiero que permanezca siempre encerrada.

Tristan asiente con la cabeza y sigue jugando con mi pelo.

-No voy a vender la casa -suelto después y me quedo un momento mirándolo, quizás para observar su reacción, pero él no me da ninguna -. Quiero que esté aquí y quiero que sea mía.

-Me parece que es lo correcto, Olivia -responde. Creo verlo sonreír.

Así que continúo hablando.

-Y también quiero que te quedes con la otra llave -y entonces me mira, esta vez sorprendido, puede que incluso algo nervioso -. No sé cuanto tiempo tardaré en volver y y sé que no hay otra persona que cuidará mejor este lugar que tú.

No me pregunta cuanto tardaré en volver y se lo agradezco porque no tengo ni idea, aunque tan solo espero que sea pronto. Sigue mirándome, sigue entretenido con mis mechones y quizás es tan solo sensación mía pero siento como si todo su cuerpo ahora estuviera más relajado. Ambos sabemos que no le estoy pidiendo que venga a vivir aquí, sé que él tiene su piso junto a Miles y que adora estar allí con él, pero, de alguna forma, quiero que sepa que este también es su hogar.

Y tan solo espero que él sepa lo que significa todo esto que le estoy diciendo. Quiero que sepa que, darle las llaves de esta casa, el lugar más importante para mi, es equivalente a entregarle todo de mi.

-Llenaré el jardín de flores-dice, con una sonrisa en la cara -. De verdad, Olivia, lo haré... y quizás eso te de una excusa para volver, porque tendrás que ver el resultado.

Tengo que echarme a reír porque sé que Tristan es capaz de hacerlo. Sé que lo hará.

-Volveré para ver las flores, Tristan.

-¿Lo prometes?

-Lo prometo.

Pero también sé que volveré por él.

Y después de eso, los dos comenzamos a subir las escaleras. Le he hecho venir para esto, porque no quería hacerlo sola, pero ahora ni si quiera estoy segura de querer hacerlo. Sin embargo, con él a mi lado, creo que soy capaz de hacer cualquier cosa.

Nos paramos en frente de la puerta de la habitación de mis padres, la cual lleva años cerrada bajo llave. Recuerdo el último día que entré en ella; horas antes de que todo sucediera. Después, fue mi tía quien lo hizo y la que, al yo pedírselo, echó la llave.

Pero ahora he decidido quedarme con la casa; muchas cosas han cambiado y quiero tener todo lo que queda de ellos, como si pudiera recuperar de este modo todos estos años que sé que no volverán.

Aprieto con fuerza la llave del dormitorio, tanto que mis nudillos se vuelven blancos. Tristan está justo detrás de mi, dejándome que sea yo la que haga esto.

Entre las flores te espero.Where stories live. Discover now