13

86 23 2
                                    

Sigo pensando en Tristan y en todo lo que me ha contado. Lo que me ha contado ha cambiado todo y ni si quiera sé como eso me hace sentir. Me pregunto si está mintiendo pero soy consciente de que no, de que está diciendo la verdad. Una parte de mi desea que todo lo que ha dejado salir por su boca sea tan solo un puñado de mentiras. Si él mintiera todo sería más fácil; yo podría seguir como hasta ahora, odiándole. Odiarle era mucho más sencillo y es que ahora, después de saber todo, no tenía ninguna razón para hacerlo y solo puedo pensar en la mentira que han sido todos estos años, en que había estado despreciándolo por cosas que nunca había hecho. Si tan solo él fuera la horrible persona que yo creía que era, las cosas serían mucho más fáciles. Ahora estaba hecha un lío.

Tristan había estado en la cárcel. Mi Tristan. El mismo chico que me había abrazado hacía tan solo unos minutos, pesar de que yo le había tratado de una forma horrible desde que había vuelto. Él había estado conmigo aún así, se quedó, y cuando estuve entre sus brazos supe que no podría haber sido otra persona, que tenía que ser él.

Habíamos perdido tanto tiempo, tantos años arrebatados. Quizás si hubiera sabido lo sucedido, a día de hoy estaríamos juntos. O quizás no, quizás otro motivo hubiera acabado separándonos, pero al menos no habríamos estado todo este tiempo siniténdonos tan abandonados el uno por el otro, preguntándonos como habíamos pasado de ser todo a ni si quiera merecernos una despedida. Nunca tuvimos un adiós.

Puedo ir contigo me ofrecí.

No te preocupes. Tan solo voy a coger mi cartera antes de que Marc la encuentre y decida gastar todo lo que hay dentro dijo. A estas alturas, todos conocían el vicio que Marc tenía por las apuestas pero por algún motivo, en su casa parecían obviarlo. Además, también quiero ir a ver que tal está mi madre.

Ambos sabíamos que estaría bien. A ella le gustaba la vida que Charles le daba, llena de caros regalos y viajes ilimitados, por mucho que eso siginificara la infelicidad de su propio hijo. Sin embargo, Tristan siempre se preocupaba por ella, él siempre trataba de creer la versión que había creado en su cabeza; que su madre era una victima más, al igual que él. Creo que creer eso hacía que todo fuera más fácil para él. Aunque quizás él tuviera razón, quizás si que fuera una víctima hasta cierto punto, quizás el haber estado tantos años sin dinero, luchando cada día para salir hacía delante hubiera provocado aquello.

Sabes que no me importa acompañarte.

Y tú sabes el por qué no quiero que lo hagas respondió. Tristan siempre trataba de mantenerme lejos de su casa, lejos de Charles y Marc. Entendía la razón, sabía que tan solo trataba de protegerme pero yo también quería hacer lo mismo por él.

Si necesitas cualquier cosa me avisarías, ¿verdad? Sabes que puedo estar allí en un momento.

Él sonrió. La última sonrisa que vi de él.

Claro... pero si vienes, hazlo con ese pijama. La verdad es que impone mucho bromeó, señalando el conjunto de sandias rojas que llevaba puesto.

Imbécil le insulté, pero riendo. Fue la última vez que reí de esa forma, que reí de verdad. Estoy convencida de que aquella fue la última vez que fui realmente feliz.

Entre las flores te espero.Where stories live. Discover now