THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUN

CAPÍTULO 43.- tercer fragmento

—Si, todos son muy amigables por aquí, tienen una mente abierta que les deja acoger a todo tipos de especies —asintió Noel—, solo... hay algo aquí con lo que deben tener mucho cuidado.

Ricardo y Lana fueron los que más le prestaron atención, Candace y Zatch estaban aún asombrándose con todo el lugar.

—Sabía que había gato encerrado —Lana se cruzó de brazos—, habla de una vez.

—No es algo malo —Noel agito su palma en el aire restándole importancia—, ustedes se van a quedar algunos días, así que cuando convivan con la familia de Theo siéntanse libres de tratarlos como quieran, pero en la boda y en las reuniones posteriores con los grandes líderes intenten siempre tener un trato respetuoso hacia los príncipes. Cuando paseen por el Reino, cuídense de hablar mal de ellos, aquí los tratan como dioses.

—Bueno, hay dos lobos blancos y el príncipe heredero es un lobo dorado —dijo Candace, sentándose con normalidad—, son prácticamente lo más cercano a la diosa luna que hay ¿no?

—Hablando de lobos blancos, la Reina es muy dulce y los recibirá muy bien, pero su hermano siempre está de mal humor porque no duerme, así que no intenten hablar con él —Noel negó con la cabeza—, no tengo que decirles mucho sobre el señor Alan porque ya saben, Estefan también es gruñón pero buena gente en general. Los demás son normales, ¡Ya quiero que conozcan a Odette!

Los amigos de la manada de la familia de Theo siguieron hablando con el parlanchín de Noel todo el camino al palacio donde se alojarían. Habían hecho un gran esfuerzo por arreglar sus agendas y venir al Reino. Ricardo era policía de la manada y ya tenía dos hijos, su mate tuvo que quedarse en la manada para cuidarlos. Lana y Candace ahora viven juntas en una ciudad cercana a la manada con trabajos, Candace tenía su propia florería y Lana su estudio de fotografía. Zatch se había mudado a Alemania con su mate, con la cual ahora sí se podía comunicar. Ella era dentista al igual que Zatch y no pudo venir porque no podían cerrar su consultorio.

Con los años el grupo se había disuelto, pero siempre se llamaban cada vez que podían. Todos estaban felices de por fin visitar el Reino como tantas veces planearon. Después de escuchar tantos años a Noel, hablar y seguir hablando por horas interminables de lo grandioso que era el lugar. Al fin pudieron venir a presenciar algo que todos creyeron que jamás sucedería.

La boda de Theo y Taylor.

Escuchar que fue Taylor la que le pidió matrimonio a Theo fue más desconcertante.

—¡Chicos!

Taylor estaba en la entrada del palacio emocionada de ver al fin gente que de verdad le importara y no esos pomposos alfas que la menospreciaban por ser una cazadora.

Candace fue la primera al bajar de la limusina y lanzarse a los brazos de su amiga. Zatch también se unió al abrazo del grupo.

—¡Hey!

Theo apareció saliendo del palacio con su uniforme de futuro beta.