Capitulo 30.1

54 11 1
                                    

Kyungsoo esperaba a su tío en una aislada playa, lugar que había elegido para ofrecerle a JongIn esa sonrisa que siempre le reclamaba. Y, mientras permanecía en ese paradisíaco lugar, no podía dejar de pensar en su alocado fotógrafo y en lo que diría cuando al fin viera cumplido su mayor deseo.

En el instante en que oyó que alguien
se acercaba, el modelo se volvió mostrando una de sus mejores poses, pero el recién llegado no era el fotógrafo que él esperaba.

-¡Hola! ¿Qué haces aquí? Se suponía que tenía que venir mi tío a tomar estas
fotografías... -le preguntó a JunMyeon, algo confuso ante la ausencia de la única persona, además de JongIn, al que permitía captar su imagen.

-Hola, Kyungsoo. Al parecer, Siwon tenía que resolver algo relacionado con
Luhan, con no sé qué príncipe y unos viñedos... La verdad, no me quedó muy claro de qué se trataba el asunto antes de que tu tío me cediera su cámara y me enviara para acá. Bueno, ¿vas a dejarme que te fotografíe? -interrogó JunMyeon, sabiendo lo especial que siempre había sido Kyungsoo con ese tema, a la vez que le mostraba ya su cámara preparada para el trabajo.

-No lo sé... -respondió él, sentándose en una gran roca mientras miraba la solitaria y aislada playa en la que había decidido grabar la imagen de su sonrisa para la persona que amaba-. Aparte de mi tío y de JongIn, nadie más me ha fotografiado nunca...

-Tu padre lo hizo también -apuntó él mientras tomaba asiento a su lado en la
fría roca, haciéndole recordar una parte de su pasado que él había enterrado en su memoria mucho tiempo atrás-. Lo hacía constantemente, aunque tan sólo era un aficionado. O eso al menos es lo que me contó tu tío cuando le pregunté por tu extraño comportamiento cada vez que dirigía mi cámara hacia ti.

-Sí, es cierto. Mi padre me perseguía continuamente pidiéndome una sonrisa. A él nunca se la negué.

-Y dime, Kyungsoo, ¿quién es el afortunado que la admirará a partir de ahora?

-Mi fotógrafo -anunció él sin dudarlo mientras recordaba al alocado hombre
del que se había enamorado.

-Y supongo que ése no soy yo, ¿verdad? -preguntó JunMyeon, sin esperanza alguna de que las palabras de Kyungsoo lo señalaran a él como el afortunado.

-No, JunMyeon, lo siento -respondió Kyungsoo suavemente, revelando su elección.

-Entonces hazme un favor: cuando le entregues estas fotografías a ese idiota, no olvides mencionarle quién las tomó -pidió JunMyeon, levantándose animadamente de la roca dispuesto a fastidiar a ese hombre de la única manera que podía.

-No creo que puedas hacerme esas fotos. Me siento realmente incómodo ante otras personas que no sean mi tío o JongIn -confesó desanimado él modelo, resignado a posponer su confesión de amor un poco más.

-No te preocupes, estaré a tu lado el tiempo que haga falta -se ofreció él, tendiéndole la mano decidido a ayudarlo-. El secreto está en imaginarte que yo soy él. Y enseñarle a mi cámara lo que deseas mostrarle.

-Tú nunca podrás ser JongIn -dijo Kyungsoo mientras lucía una sonrisa que permitía adivinar que estaba pensando en el inconsciente individuo en esos momentos.

-¡Y doy gracias a Dios por ello! -bromeó JunMyeon mientras lo animaba a adentrarse en el paradisíaco paisaje que él había elegido para mostrar su amor-. Aunque hay ocasiones en las que no me importaría ser ese condenado sinvergüenza -musitó, contemplando por primera vez la hermosa sonrisa que había enamorado al loco fotógrafo.

* * *

Salí espantado del hospital al ver a mi robusta y maliciosa enfermera
amenazándome de nuevo con administrarme el medicamento por un orificio distinto de la boca. Pedí el alta voluntaria un día antes de lo aconsejado y me alejé lo más rápidamente posible de sus cuidados hacia los brazos del doncel que amaba.

Sonrisas y amor en NY (Kaisoo)Where stories live. Discover now