Después de todo lo que ha pasado en su vida y todo el daño que le causaron. Kira está en su peor momento, ansiando el poder volver a los brazos de su mafioso favorito.
Pero, grandes problemas vienen. La historia se reescribe y los rostros conocidos...
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Rumania, Craiova.
Izan.
Todo esto se nos estaba yendo de las manos.
Lo intrincado que era ocultar las conexiones de Alexander con todo lo demás.
Ninguno era idiota como para no atar cabos, las cosas, pronto se saldrían de control.
Suspiré, con una copa desbordante de sangre en mi mano. Los colores del amanecer serpenteaban en el horizonte. Cronos surcaba los cielos del alba y antes de que los rayos del sol dieran con él, desapareció frente a mis ojos.
Di un buen sorbo a mi copa mientras escuchaba como la puerta de la sala se abría. Los pasos silenciosos de Alexander rozaban la superficie de la alfombra antes de dejarse caer sobre los sillones.
-¿Ya le has dicho? - pregunté sin voltear. Mis ojos aún seguían la forma invisible de Cronos.
-Casi. El papi se hizo presente. -dijo. Observé una mueca en sus labios por el reflejo de la ventana.
Era imperativo que Kira dominara la nueva forma de Cronos.
-¿Cuánto tiempo tenemos? -un bufido cansado salió de su boca ante mi inquisición.
-No tanto como me gustaría. Pero, tiene razón. Tengo que darle un poco de espacio.
-He mandado a llamar a todas las líneas, y a varios clanes. -informé. -¿Darle espacio?
-La he bombardeado con toda la información.
Esta vez, si me giré.
-¿Toda la información? Solo le has dicho la punta del iceberg. Desviaste todas las preguntas de Giovanni, evitaste dar información que considero importante que ellos sepan. ¿Por qué demonios no nos dejas participar en esto?
-¿Es que no lo entiendes? Ya he jugado por mucho tiempo a todo esto, no puedo seguir así. ¿Crees que quiero hacer lo que hago? -se levantó de su lugar y me enfrentó. Sus ojos destellaron rojo y mi poder fue liberado, la onda empujó su cuerpo unos pasos atrás y el exabrupto que sentí en él bajó una décima. -Me conoces, sabes de lo que soy capaz por ella. No soporto verla así. Ha sido mucho, en muy poco tiempo. Y sabía que sería así. Pero, una cosa es saberlo otra muy distinta es ver el dolor brillar en sus ojos.
-Para ser la personalidad que controla todo, te veo muy sentimental. Y, si las cosas siguen el mismo rumbo del que soy consciente, en este estúpido momento, no es lo que necesitamos. No es lo que ella necesita, no es lo que tú necesitas. Así que, más te vale meter todos los sentimientos en una caja y ser lo que hace falta para terminar lo que tu iniciaste.
