Después de todo lo que ha pasado en su vida y todo el daño que le causaron. Kira está en su peor momento, ansiando el poder volver a los brazos de su mafioso favorito.
Pero, grandes problemas vienen. La historia se reescribe y los rostros conocidos...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Barcelona, La Virreina.
Kira.
Mis ojos estaban sobre los golpes que tanto Dimitri como Giovanni conectaban el uno con el otro.
Caminé alrededor del cuadrilátero mientras ambos peleaban. Varios nacidos estaban junto a mi mirando con fascinación el intercambio.
-¡Jab Izquierdo, Gio! -grité por sobre el griterío de los chicos.
-¡No lo ayudes! ¡carajo! - escupió Dimitri. Sonreí y golpeé la lona mientras Giovanni arremetía.
Cada tanto liberaban tensión de esta manera. Sí, lo sé. Son vampiros, bien podrían aporrearse sin reglas, pero era la frustración que se generaba cuando había limitaciones lo que te hacia querer soltarlo todo.
Entrecerré mis ojos en dirección de Gio, esto lo hacíamos por él. Necesitaba liberar lo que fuera que se estuviera cociendo bajo su piel.
Dimitri no le daba tregua y eso es lo que queríamos, que sintiera.
-Vamos, cariño... - Oksana gritó desde los asientos.
-¡Oye! ¿Qué lado apoyas? - la mirada de advertencia de Cyzarine cayó en su hermana, se movió con gracia, digna de una serpiente. Su fuerte era ser atrayente de tal manera que siempre caerías en su trampa.
-¿Para quién crees? - bufó la colorada mientras sonreía. Danila se sentó a su lado con una toalla sobre su cabeza.
-¿Y tu, inútil? - agradecí no estar en esa posición. Cyzarine estaba en una especie de conflicto con Dimitri por lo de Amelia. Y la muy perra nos arrastraba a todos.
Danila era quién más sufría, su relación con la zorra lo ponía entre si debía tirar por su cuñada o por su hermano.
-No caeré en tu juego, víbora. - le tiró la toalla a la cara mientras esta con cara de asco la tiraba al suelo.
-Deberías apoyarme, ¿Sabes? Me lo debes.
Negué mientras el dedo índice de la víbora apuntaba a un sonriente Danila.
-¡Kira! ¿Y tú?
Ah no, yo no iba a caer en esa. Mi dedo medio le dio su respuesta y la hizo sonreír.
El grito de Dimitri llamó la atención de todos. Los ojos de Giovanni eran rojos mientras tenía a su contrincante contra las cuerdas.
Carajo.
Rápidamente trepé y me metí en su campo de visión. Danila estuvo a mi lado también, Dimitri era calculador y frío la mayor parte del tiempo, pero tenía sus límites. Y su habilidad con el fuego era en demasía un jodido problema para nuestra clase.
-Gio... cariño. -mis manos subieron desde sus manos por sus brazos hasta llegar a su rostro. Cerró sus ojos cuando me sintió.
Dimitri dejó de quejarse antes de caer de rodillas. Danila lo sacó de ahí, el lugar se mantuvo en silencio por un rato hasta que Cyzarine rompió el silencio con un aplauso.
