CAPÍTULO XVIII

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En algún lugar del Océano Atlántico

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En algún lugar del Océano Atlántico.
Lucio.

Ver a Kira en un vestido de satín debía considerarse como la octava maravilla del mundo. La tela se cernía sobre su cuerpo de una manera exquisita. Mis ojos no dejaron de mirarla mientras caminaba por la cabina de fuselaje.

Kanaan a mi lado carraspeó.

—¿Necesitas un maldito pañuelo? — La tensión de su voz me hizo mirarlo con los ojos entrecerrados.

Vale si, le dejaba cuidarla, hablarle bonito, pero, había límites.

—¿Tienes algún problema, viejo? ¿Debo recordarte que es mi esposa y que puedo mirarla como se da la gana? — levanté una ceja. La amenaza en sus ojos no mermó, lo que hizo que me enderezara en mi lugar.

Podía tolerar que su lado paternal saliera a flote con ella. Pero, eso se lo concedía cuando era para con otros hombres. Mientras yo estuviera cerca, Kira era mía.

—Ten cuidado con cómo me hablas, niño. —amenazó.

La tensión se sentía en el aire, logrando así que, varios de la guardia, Izan, Dimitri, Giovanni e inclusive Kira miraran hacia nosotros. Ella obviamente se acercó.

—¿Qué está pasando aquí?

—Nada. — contestamos los dos al mismo tiempo.

—Mi viaje se extiende hacia Nueva Orleans. —dijo Kanaan, desviando la conversación. Kira solo asintió.

—Bien, nosotros haremos la escala en Nueva York y tú puedes seguir hasta tu destino. Nosotros no tardaremos más de una hora a lo mucho, si quieres pasamos por ti al regreso. —Ofreció. Kanaan negó con la cabeza.

—No te preocupes, querida. Puedo volver de un salto. —Ella solo asintió, antes de sentarse en mis piernas. Su sonrisa brillante, rápidamente me dejó atontado. Kanaan solo volteó los ojos y, se dispuso a mirar por la ventana, tratando de ignorarnos.

—El vestido te queda hermoso, cariño —alabé. Una sonrisa tímida se alzó en su rostro. Pasando mi mano por su nuca, acerqué su cabeza para besarla. El carraspeo a mi lado me hizo sonreír.

Que te quede bien claro de quién es.

—Disculpa, ¿Te molesta? —pregunté girando mi cara para mirarlo. Pero lo único que recibí fue un jodido gruñido.

Oh, sí. Estoy presionando, ¿Verdad, viejo? Dos podemos jugar ese juego.

—Discúlpame, preciosa. —dijo con una sonrisa. Se levantó de su sitio y se reacomodó frente a Izan.

—Si esperas que aquí se te trate mejor, estas en el asiento equivocado. —Rebatió Izan. Cambió, con algo de drama, la página del libro que sostenía en sus manos. Mis ojos fueron de Izan a Kanaan, y cuando conecté con Kanaan, mi jodida sonrisa de triunfo apareció en mi cara.

Nacido De La Venganza #2 (+18) (Versión Wattpad)Where stories live. Discover now