La chica de los sueños locos ©

Extra #1

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Me froto la cara para después tomar el teléfono fijo de mi escritorio.

—Dígame, subgerente. —Escucho decir a Penélope.

—Necesito que hables con el gerente Morrison, dile que necesito cenar con él este viernes para hablar sobre un asunto laboral importante, y que se comunique conmigo en cuanto pueda.

—De inmediato.

Dejo el teléfono de regreso en su lugar y termino de leer el borrador del proyecto que está justo frente a mí.

No es una opción, necesitamos ganarnos esta campaña, la empresa Montenegro Family es inmensa, tienen una cadena de hoteles a nivel mundial, pero su riqueza no se limita a eso, oh, claro que no.

También son dueños de algunos supermercados internacionales que son abastecidos con los trabajos en el ámbito agropecuario que llevan a cabo, es impresionante y descomunal la fortuna de esa familia que, si bien no es cien por ciento originaria de Rusia, han sabido asentarse y expandirse al resto del mundo.

La historia va así: una mujer rusa que se enamora perdidamente de un hombre latinoamericano de apellido Montenegro, se casan, tienen hijos y el esposo decide inaugurar un hotel para mantener a su creciente familia, el éxito empieza a llegar por sí solo cuando un hotel ya no es suficiente, inaugura otros muchos hoteles a lo largo del contienente antes de extender la cadena a nivel mundial, los hijos se separan de él cuando son mayores de edad y el mayor de ellos decide venir al país natal de su padre, donde reside y tiene a sus tres hijos, los gemelos: Nahuel y Samuel, y la más pequeña; Ivonne. Sin embargo, el fundador enferma y el hijo mayor regresa a Rusia para estar cerca de su padre. Tiempo después, él fallese y el hijo mayor toma la cabeza de la empresa.

Así, continúa expandiendo la herencia de su padre, comprando terrenos e invirtiendo, inaugura supermercados y amplía tanto el pozo económico de la familia que sus hermanos deciden ayudarle a administrar la cadena hotelera. De ese modo, toda la familia se involucra en el trabajo, incluídos los gemelos: Nahuel y Samuel.

Impresionante ¿Verdad? Pues uno de los gemelos, Nahuel, es quien busca inaugurar el primer hotel Montenegro Family en la ciudad y ha acudido a distintas empresas de publicidad para ello.

Todo esto solo significa una cosa: hay que ganar sí o sí.

El teléfono fijo empieza a sonar de repente, sacándome de mi ensimismamiento y me devuelve a la realidad.

—¿Si?

—Ya he hablado con el gerente —dice Penélope—, me ha dicho que el viernes tiene una reunión impostergable y que cualquier asunto laboral puede ser tratado aquí mismo, en su oficina o en la de él, incluso en la sala de juntas. —Suena... ¿Enfadada?

Intento pasar ese detalle por alto y suspiro.

Bueno...

Creo que cuanto antes hable con él, mejor.

—Bien. —Suspiro antes de dejar el teléfono a un lado.

Me levanto y me dispongo a salir, pero entonces veo ese ramo de flores que me envió mamá hace unas horas..., sí, tengo una relación muy cercana con mi mamá y no me avergüenza decirlo, ella me envía regalos y viceversa, es nuestra forma de desearnos buenos días y demostrarnos nuestro cariño, pero quizás llevar un ramo de flores a David me traiga suerte, no sé... ya tengo varios ramos que mamá me envía eventualmente...