Capítulo 39

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→ D A V I D ←

Me levanto de la cama con cuidado de no despertar a Jackie, busco mis bóxers por el suelo hasta dar con ellos y abro ligeramente el cajón de mi armario para tomar unas bermudas, luego de ponérmelas rebusco nuevamente en el suelo hasta dar con mis jeans y sacar la etiqueta de cigarrillos del bolsillo.

Salgo de la habitación con la misma sensación de pesar en el pecho, la cual se ha instaurado en mí desde que vi a Camila.

Mierda.

No puedo sacarme de la cabeza su expresión.

¿Es que estoy interpretando las cosas mal? Ya me he echo diferentes teorías y han pasado exactamente dos horas, el alba está llegando a pintar de colores el cielo y eso lo noto mientras salgo hacia el balcón.

«Te lo advertí, David»

Saco un cigarrillo para encenderlo y dar la primera calada con profundidad, como si así pudiese sacar de mi pecho la insaciable culpa que invade mi torrente sanguíneo.

Vuelvo a repetir la escena en mi cabeza, sus ojos cafés carentes de emoción, su expresión sin ninguna muestra de... nada, no pude siquiera imaginar lo que pasó por su mente al verme.

Mis teorías siguen creciendo.

Y dicen así:

La primera teoría es que Camila quizás tuvo algún problema personal, no sé, puede haberse peleado con Melanie o con Joel por algún motivo, quizás pudo haber recibido una llamada de Samuel o cruzarse a Aarón. Hay muchas situaciones que podrían haberla dejado así: helada, fría, inexpresiva. He notado que esa es su señal de alerta: el silencio.

La segunda teoría y la que más me esfuerzo en ignorar es que...

Herí sus sentimientos.

No soy idiota, he notado que lo que yo siento por Camila es mutuo, ella se sonroja muy fácilmente cuando la molesto, su pulso se acelera cuando la toco o cuando la abrazo y ni hablar de cómo me ha besado en las dos ocasiones que sucedió.

Quiero creer que no estoy arruinando las cosas, quiero creer que mantenerla en la friendzone es lo mejor para ambos, quiero creer que puedo quererla como amiga y nada más.

Pero luego están estas cosas que me confunden, eso que vi en sus ojos hace un rato, las sonrisas que me regala y la confianza que me ha depositado...

¿Es ella así con todos acaso?

«Nunca le dije a nadie. Las personas que saben sobre esto son muy cercanas a mí y lo vivieron a mi lado, por eso no tuve que contarles»

Sus palabras en el mirador hace exactamente una semana llegan a mí y me muerdo la mejilla antes de dar otra calada profunda a mi cigarrillo, dejando que el humo se lleve todo, aunque no funcione así.

Estoy tratando de engañarme, lo tengo claro, Camila no es así con todos, me ha confiado sus secretos, su pasado... Yo no soy un juego para ella, de verdad me considera su amigo, me... me quiere.

Ella misma me lo dijo.

Y yo no puedo ni siquiera pensar en ella sin que todo mi mundo tiemble, ¿Por qué debe ser así? ¿Por qué justo ahora?

La chica de los sueños locos ©Where stories live. Discover now