Capitulo cincuentaycinco

455 64 30
                                    

Capitulo seis: Un encuentro a lo Harry Potter

Salimos de nuestro escondite y ellos se detienen. Mirándonos fijamente y se miran entre ellos. Al final, uno de ellos da un paso hacia delante. Puedo sentir un gran poder venir de él, los otros dos no emiten nada. Deben estar controlándose.

—Pueden largarse ahora mismo y los dejaremos vivir. Tienen 30 segundos. — Dice él, su voz sonando extremadamente familiar. Suena como alguien de nuestra edad.

Los otros dos caminan hacia dentro de la cabaña y Draco y yo nos miramos.

—Yo me haré cargo de él. Tú ve tras ellos. — Dice Draco dando un paso adelante. El encapuchado ríe.

— Veo que no han cambiado nada. No saben en lo que se están metiendo. — Se acerca más a nosotros. — Este no es su asunto.

No puedo dejar de notar que habla como si nos conociera de algún lado.

— ¿Quién eres? — Pregunto confundido.

Pero antes de que responda, Draco se abalanza hacia delante.

— ¡Draco, espera! —grito, pero es demasiado tarde. Draco ya está en movimiento, su varita en alto y su mirada fija en el encapuchado.

El encapuchado apenas se inmuta, y con un movimiento ágil, esquiva el ataque de Draco. La velocidad y la destreza con la que se mueve son impresionantes, y me doy cuenta de que no estamos tratando con un adversario ordinario.

— Te advertí que no te metieras en esto —dice el encapuchado con voz burlona, su rostro oculto tras la capucha y la máscara. —Pero parece que no puedes resistirte a involucrarte en los asuntos de los demás.

Draco no retrocede, su expresión determinada a pesar del desafío que enfrenta. Sé que debo actuar, pero estoy paralizado por la incertidumbre y la confusión.

¿Quién es este encapuchado y por qué parece conocer a Draco y a mí?

— No vamos a retroceder —declara Draco con firmeza, su voz llena de determinación. —No permitiremos que hagan daño a esa familia.

El encapuchado suelta una risa despectiva, como si estuviera disfrutando de la situación.

—Entonces prepárate para las consecuencias —dice, su tono lleno de malicia.

Sin darle tiempo a Draco para reaccionar, el encapuchado lanza un poderoso hechizo en su dirección. Draco apenas tiene tiempo de levantar un escudo protector antes de ser empujado hacia atrás con fuerza.

— ¡Draco! —grito, corriendo hacia él mientras intento ayudarlo a levantarse.

Con Draco momentáneamente fuera de combate, me encuentro frente a frente con el encapuchado, mi corazón latiendo con fuerza en mi pecho. Mi mente se nubla con la urgencia de proteger a Draco y a la familia en la cabaña, mientras que al mismo tiempo, intento descifrar quién es este enigmático adversario.

— ¿Quién eres? —inquiero nuevamente, mi voz temblorosa pero decidida.

El encapuchado no responde, pero su mirada intensa parece penetrar en mi alma. Sé que no puedo bajar la guardia, no con Draco herido y la familia en peligro. Levanto mi varita, preparado para defenderme y enfrentarlo. Con un movimiento rápido, lanzo un hechizo de ataque, pero el encapuchado es ágil y lo esquiva con facilidad. Sin perder tiempo, contraataca con una ráfaga de magia oscura, obligándome a esquivar con destreza para evitar ser alcanzado. La batalla es intensa, cada uno de nosotros luchando con todas nuestras fuerzas. Mi mente está llena de pensamientos confusos y recuerdos vagos, pero no puedo permitir que eso me distraiga. Mi única prioridad es proteger a quienes están en peligro y derrotar a este misterioso enemigo. Con un esfuerzo concentrado, conjuro un hechizo de desarme, pero el encapuchado lo anticipa y bloquea mi ataque con habilidad. La lucha continúa, con ambos enfrentándonos con una determinación feroz. El encapuchado parece ser un adversario formidable, su destreza en combate igualando la mía en cada movimiento. Pero no puedo permitirme rendirme, no cuando tanto está en juego. Con un último esfuerzo, concentro toda mi energía en un hechizo poderoso, lanzando una ráfaga de luz brillante hacia el encapuchado. Para mi sorpresa, no se mueve y el hechizo lo golpea de lleno, haciendo que retroceda unos pasos, momentáneamente desequilibrado. No me permito pensar, aprovechando la oportunidad, me lanzo hacia adelante, decidido a incapacitar al encapuchado de una vez por todas. Con un golpe preciso, logro desarmarlo, haciendo que su varita caiga al suelo con un sonido sordo. El encapuchado me mira con sorpresa y desafío, pero sé que he ganado la batalla. Con un gesto rápido, levanto mi varita y lo inmovilizo, asegurando su rendición.

🍃Como debía de ser 🌿| Harry Potter y Draco Malfoy.[1]Onde histórias criam vida. Descubra agora