🍃Como debía de ser 🌿| Harry Potter y Draco Malfoy.[1]

Capitulo cuarentaycinco

Perdón por la tardanza, no tengo internet en casa así que me cuesta un poco actualizar.

Aquí narran Harry, Arthur, Draco y Hermione.

De antemano, pido disculpas por si hay faltas de ortografía:)

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Me sentí atrapado entre la espada y la pared, consciente de que la verdad no podía ocultarse por mucho más tiempo. Quise irme, pero mi cuerpo no se movía. Intenté con todas mis fuerzas, pero nada sucedía. De repente, mi cuerpo se movió involuntariamente, dándome la vuelta y encarando a Arthur de nuevo, quien no me miraba, sino que miraba la Luz de luna. Cuando su rostro se giró, pude notar sus ojos azules luminosos y una sonrisa extraña en sus labios.

— Meine Welt, Meine Sonne, van a ayudarme a matar a quien mató a mi padre. — Susurró, una sonrisa inocente apareciendo en sus labios.

Algo hizo click en mi mente. La luz de luna.

Traté de gritar y moverme, pero simplemente no podía. Me sentía dentro de un imperius, pero se que no estoy en un imperius.

¿Siempre pudo hacer esto?¿Manipular nuestras acciones y controlarnos a su voluntad? La conexión mágica entre nosotros, tan profunda como la raíz de un árbol antiguo, había sido utilizada de una manera que nunca imaginé.

Mis pensamientos se volvieron tumultuosos mientras Arthur, ajeno a mi conflicto interno, seguía mirando la luna con una expresión que oscilaba entre la inocencia y la determinación. Intenté gritar, moverme, luchar contra la fuerza invisible que me mantenía inmovilizado, pero mi cuerpo no respondía.

— Dime ¿Quien mató a mi padre, Harry? — Preguntó con excesiva tranquilidad. Pero pese a esa serenidad, sentí una gran necesidad de obedecer su orden.

Apreté mis labios con fuerza y traté de evitar abrir mi boca.  No puedo decirle. No cuando está así.

"Ayuda, ayuda"

Grité con todas mis fuerzas en mi mente.

— Vaya, está avanzando muy rápido. — Dijo una voz conocida.

De repente, una fuerza invisible envolvío a Arthur, haciéndolo levitar en el aire. Sus intentos por liberarse resultaban inútiles. De repente, un resplandor de luz lo inmovilizó, y Arthur quedó suspendido en el aire, inconsciente.

En ese momento, Narcissa Malfoy hizo su entrada, sus ojos grises observando la escena con una serenidad que contrastaba con la situación. Arthur descendió suavemente en sus brazos, y ella le dedicó una sonrisa tierna antes de dirigir su atención hacia nosotros.

— El imbécil tenía razón cuando me dijo que tendría que venir a esta hora.

— ¿Madre? —preguntó Draco, con una mezcla de sorpresa y preocupación.

— ¿Señora Malfoy? —añadí, intentando comprender la situación.

Narcissa simplemente asintió con un gesto. Se quedó unos segundos mirando el cuerpo inconciente de Arth.

— Andando. —dijo ella, indicándonos que la siguiéramos.

Nos condujo fuera del Bosque Prohibido y de regreso a Hogwarts. Sin dirigirnos a las mazmorras, nos llevó a una habitación apartada con su propia sala común. Colocó a Arthur con cuidado en una cama y, con movimientos hábiles, comenzó a atarlo.

— Oiga. — Traté de detenerla alarmado.

— Arthur está bien, se que se asustaron, pero su luna solo busca venganza.  —explicó Narcissa. — Una de sus habilidades ha despertado. Lo más seguro es mantenerlo así.