CAPÍTULO 37.- tercer fragmento

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¿Todos? ¿Entonces los demás sabían de la existencia de el niño menos ella?


Pensó en Gabriela y Bael.


Si no razonaba mal, Gabriela debía recién enterarse.


Miro a Liam, su esposo ya se encontraba totalmente dormido, con el rostro sonrojado y sus brazos rodeándolo.


No pudo evitar sentirse traicionada, todos sabían, todos se lo ocultaron. El hombre que más amaba y que era su alma gemela le ha estado mintiendo, ocultándole cosas.


Su cabeza le daba vuelta, sintió a su loba dentro de ella revolverse. Intentó calmarse, necesitaba calmarse por el bebé. Si dejaba que su loba tomara el control, volvería todo más difícil y su embarazo volvería estar en riesgo.


Se levantó porque sintió que los brazos con los cuales Liam la sujetaban le quemaban.


Fue al baño para mojarse el rostro, cuando lo hizo y miro el reflejo de su rostro húmedo en el espejo. Escuchó a su loba:


Perdimos a nuestro cachorro y en cambio ella tuvo el suyo propio.


Una punzada de dolor atravesó su corazón, ella perdonó a Jessy hace mucho tiempo. Más que por ella, por sí misma. Los fantasmas del pasado no deberían atormentarla más. No quería regresar a ese lugar oscuro donde casi lo pierde todo.


Al final ella ganó ¿verdad? , todos están de su lado ahora. Incluso nuestro mate, a pesar de todo lo que sufriste, después de todo lo que perdimos.


Su loba no era precisamente a quien quería escuchar en ese momento. No podía dejar que ella tomara el control.


Abrió la puerta y salió al pasillo, estaba en bata y algunos pasillos estaban desiertos. Los pocos guardias con los que se encontró la ignoraron. Su respiración estaba agitada y sujetaba su vientre abultado para recordarse porque debía calmarse.


Llegó a la puerta de la única persona que estaba segura de que le diría la verdad. Tocó con cuidado, varias veces, era de madrugada así que debían estar durmiendo.


—¿Bollo? —Jose bostezaba abriendo la puerta—. ¿Bollo estás bien?


Leia no pudo evitarlo, lo abrazó directamente y absorbió su olor para poder tranquilizarse. Jose era el hermano mayor que siempre deseo tener. La cuidaba y amaba sin pedir nada a cambio y a pesar de los años. Seguía siempre para ella.


—Oh mi bollo esponjoso —Jose reaccionó de inmediato, respondiendo a su abrazo—, ¿Qué pasó? ¿Tuviste una pesadilla o tal vez te peleaste con Liam?


—Hazla pasar Jose —escucho la voz de Gabriela en el interior de la habitación—, tal vez ver a Zephyra la calme.


Leia hundió más su rostro en el pecho de Jose.


THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUNDove le storie prendono vita. Scoprilo ora