Capítulo 45.

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Narrador omnisciente.

"La cortesana murió y nuestras identidades se vieron comprometidas cuando Robin salió de la sala de Orochi para investigar sobre los poneglyph." Terminó de contar Brook los sucesos que se dieron en el castillo del shogun. "¿Dónde estuviste ayer luego de que te separaste de Sanji-san?"

"Fui a un bar." Contestó Umiko alzando los hombros, restándole importancia a su paradero.

"Nosotros estuvimos peleando por nuestras vidas y fuiste a beber?" Reclamó Nami incrédula, a lo que Umiko asintió.

"Sí, pero en mi defensa, soy la única que no ha hecho volar su identidad. Ustedes se las arreglarían, ¿por qué me arriesgaría a ser atrapada? Además, recolecté algo de información que tal vez después sea útil." Explicó la pesadilla del mar.

"Como sea, volveremos a la capital y nos refugiarnos en un lugar donde no puedan ir a buscarnos."

Umiko miró confundida a la navegante por sus palabras, incitandola a que continuara.

"Las aguas termales."

[...]

"¿Por qué no fuiste a las aguas termales con ellas, Umiko-san?" Cuestionó Brook a su nakama, quien ahora caminaba con él.

"Como dije antes, mi identidad no ha sido revelada ni he levantado sospechas. Así que si me viera envuelta con ellas en público llamaría la atención también. Será mejor que por ahora me mantenga con un bajo perfil junto a ti."

"Ya veo." Asintió el mayor, pero posteriormente colocó una mano en su mentón y comenzó a pensar. "Suelo quedarme aquí en el exterior o en un pequeño lugar mientras que juego la parte de fantasma, pero tal vez deberíamos buscar un lugar para que no pases frío."

"De acuerdo, hagamos eso. Este kimono no me está manteniendo muy cálida."

En el camino se mantuvieron en silencio, incluso si eran solo ellos dos, de vez en cuando gente visitaba Ringo, el cementerio norte; por lo que no querían arriesgarse a ser notados o escuchados por alguien.

Aun así, eso no detenía al esqueleto de molestar un poco a su nakama "¿Me mostrarías tú ropa interior?"

"¡Brook, una casa! Vayamos allá." Señaló ella, ignorando la décima vez que su contrario le hacía aquella pregunta.

Ambos corrieron hasta el hogar y asumieron que estaba vacío por el silencio que había y la locación. Sin embargo, al entrar se encontraron con que había gente dentro.

"¡¿Hay personas aquí dentro después de todo?!" Se cuestionó Brook cuando abrió la puerta y vio unas siluetas.

Kokai, quien estaba detrás de él y no podía ver dentro, se disculpó mientras se abría paso. "¿Así que alguien vive aquí? Disculpa las molestias." Al entrar, observó a las personas en el suelo y abrió los ojos sorprendida. "¡¿Ehhh?! ¡¿Zoro?!"

El peliverde abrió los ojos ante la conmoción y frotó sus ojos cansado, levantando su torso y tomando asiento sin notar mucho su alrededor. "¿Umiko? ¿Qué está pasando?" Cuando por fin abrió su ojo y paseo la vista por el lugar, se sorprendió igual que sus nakamas. "¡¿Huh?!"

Los tres mugiwara se quedaron en silencio observando a las dos personas sobre el espadachín, tratandose de una pequeña niña a sus piernas y una mujer recostada en su pecho.

"¡¿Zoro-san?!" Gritó el esqueleto, despertando a ambas chicas que dormían.

"¡Un fantasma!" Gritó devuelta la niña que Umiko reconoció como O-Toko.

Luego de que se llevaran un susto, explicaron que Brook, Zoro y Umiko eran compañeros. Mientras tanto, la pirata mutilaba al marimo con la mirada luego de aquella escena que aún no podía explicar.

"Ese pelo... ¿Acaso eres la cortesana? ¿No se supone que estás muerta?" Cuestionó Umiko a la mujer frente a ella.

"Sí... Eso tiene una explicación."

Komurasaki abrió la boca nuevamente para comenzar a explicar, pero fue interrumpida por Umiko, quien habló antes que ella.

"Perdón, pero antes de que hables, ¿podrías quitarte de encima de mi nakama?"

"¿Umiko-san?" Cuestionó Brook sorprendido por las palabras de la pelirroja.

"Parece estar herido de ese brazo, pero aún así estás recargada sobre el." Explicó ella su petición.

"¡Ah, lo siento! No era mi intención."

Tras una breve explicación de los hechos, todos comprendieron rápidamente lo sucedido y no cuestionaron mucho el por qué de las cosas.

"Es sorprendente que sea la hermana menor de Momonosuke, eres muy hermosa." Halagó el musico. "En fin, te envidio, Zoro-san."

"Yo solo dormía." Explicó él, dirigiéndose sobretodo a Umiko.

Zoro aún no confirmaba los sentimientos que su nakama sentía por él, pero personalmente él ya había aceptado los suyos y no quería causar malentendidos desde antes de si quiera iniciar algo.

"¡Lo siento, hacía mucho frío, pero... La gente de la capital hubieran muerto por mi compañía en la cama, ¿Lo disfrutaste?" Cuestionó Hiyori.

La pelirroja, quien bebía alcohol de una botella que cargaba con ella, escupió todo al escuchar aquello. Fulminando con la mirada al peliverde.

"¡No lo digas así, imbécil!" Gritó Roronoa.

"Creo que ya fue suficiente de tonterías, deberían de saber acerca de lo más reciente en la capital." Espetó la pirata, harta de seguir hablando de aquello. "Íbamos a reunirnos con el resto luego de que salieran de las aguas termales, pero hubo problemas. En el lugar nos enteramos de que la gente se reunía para el funeral de la cortesana más hermosa de Wano, Komurasaki. No solo eso, un hombre que se dedicaba a robar de los ricos y darle a los pobres fue atrapado. Tengo entendido que su nombre es Tonoyasu."

"¡¿Huh?! ¡Ese es mi padre!" Dijo la niña.

"En ese caso es una lastima tener que decirte esto, pero será ejecutado hoy." Contó Brook sin una pizca de tacto emocional.

"¡¿Quée?!" Gritó la pequeña mientras corría fuera de la casa en dirección a la capital.

Todos corrieron tras ella y Zoro se detuvo un momento para tomar de la mano a su nakama buscando explicar lo sucedido, ella sonrió levemente para demostrar que no estaba tan molesta.

"Hablemos luego, ¿sí? Necesitamos aclarar unas cosas."

Zoro asintió seriamente, algo confundido por el significado de sus palabras. Esperaba que con "aclarar algo" no se refiriera a terminar las cosas, no iba a permitir terminar algo que nunca inició, mucho menos ahora que sabía lo que quería con claridad.

La chica lo jaló de la mano y corrieron nuevamente en la dirección por donde se fue la niña preocupada.

TERROR || Roronoa Zoroحيث تعيش القصص. اكتشف الآن