Capítulo 34.

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Narrador omnisciente.

Tras todo el desastre que involucró salir de Dressrosa sin ser atrapados por los marines, los mugiwara y los 7 capitanes que se nombraron parte de la tripulación tomaron caminos distintos. Luffy y el resto continuando el viaje en el barco de Bartolomeo. Al subir a este se toparon con una temática un tanto escalofriante que giraba en torno a ellos.

Bartolomeo explicó un poco las cosas dentro del barco, contando su nueva adquisición, una pequeña mesa que protegía la vivre card de Luffy con una media esfera de cristal resistente.

"Oh, ¿Sabo fue quien la hizo? Genial" Preguntó refiriéndose a la hoja. "Uff, ese fue un gran festín, adoro a esos chicos."

Umiko sonrió y tocó inconscientemente un bolsillo de su pantalón, ella tenía un pequeño pedazo de su propia vivre card, la única pieza que quedó cuando el resto se enterró junto a sus antiguos nakamas. El pequeño pedazo de papel era tan pequeño que temía que no sirviera y se deshiciera si lo partía tan solo una vez más.

Law sacó a la chica de sus pensamientos cuándo comenzó a apurar a Bartolomeo para llegar a Zou lo más rápido posible. Su recordatorio hizo que los mugiwara presentes recoradan al resto que se separó.

:Me pregunto si Sanji y los demás llegaron ya a Zou."

"Bueno, tienen a Nami, entonces la navegación no es un problema, ¿pero qué hay del barco de Big Mom que los perseguía?" Contestó Franky a Usopp, lanzando una nueva pregunta al aire.

Zoro cambió la conversación en cuanto Umiko le lanzó el periódico que estaba leyendo, él lo tomó confundido y observó la página que le señaló curioso. "Hey, Luffy..." Llamó él. "Parece ser que nuestras recompensas subieron de nuevo."

"¡¿De verdad?!" Preguntó el capitán emocionado, a lo que Bartolomeo comenzó a guiarlos a una habitación donde tenía las recompensas de todos.

Todos se levantaron para ver sus recompensas a excepción de Law, cuya recompensa no guardó Bartolomeo, pero mencionó que era de 500 millones de berries. Además de Trafalgar, Umiko tampoco se levantó de donde se encontraba sentada y sólo fue hasta que vió los pies del espadachín peliverde que alzó la vista.

"¿No vienes?"

"No, estoy cansada, me quedaré aquí. Luego me cuentas los nuevos números."

Zoro le dirigió una mirada confundida, pero aún así se retiró en silencio, pensando como haría para recordar tantos números y contarle.

Una vez que todos se fueron y el silencio envolvió a aquellos dos que se quedaron, Trafalgar habló, llamando la atención de la chica. "Me voy a arrepentir de preguntar, pero ¿está todo bien?"

Umiko abrió los ojos sorprendida y luego rió levemente, causando que su contrario se avergonzara de su pregunta. "Gracias por preguntar, Torao. Estoy bien, solo que hay muchas cosas en mi cabeza ahora."

"Ya veo. ¿Tiene algo que ver con aquello que fuiste a tomar del palacio antes de irnos?"

Ella sonrió, el shichibukai era un buen observador. Tocando la bolsa a su lado, asintió. "En parte. Hay otras cosas irritantes que me hacen pensar, pero eso es lo principal ahora."

Law asintió también, tratando de no forzar las preguntas para no sonar invasivo. Umiko notó aquello, y para ser honesta, había pensado en pedirle ayuda antes, pero no sabía cómo preguntar. "¿Te importa si te cuento de qué es?" Cuestionó ella.

"Adelante."

"Me imagino que no hay persona que no haya escuchado acerca de lo que le sucedió a mi antigua tripulación, así que omitiré eso." Él afirmó aquello y la dejó continuar. "He tratado de buscar pistas acerca de los culpables de los hechos, al principio creí que sería sencillo, pues cualquier pirata se hubiera jactado de su triunfo. Sin embargo, no fue así, no había absolutamente nada que me dijera quién lo hizo, al menos hasta que encontré esto en la mano de mi segunda al mando."

La chica tomó algo de su bolsillo y se acercó a su contrario para mostrarle. Era un pedazo de tela manchada de sangre que mostraba parte de un símbolo.

"He buscado por más de dos años algo respecto a esto y no he encontrado nada. Fue difícil encontrar algo a partir de este pequeño pedazo, no había nada ni remotamente similar en libros, periódicos de noticias, ni en fotos de carteles de búsquedas." Ella volvió a guardar el pedazo de tela y ahora tomó el bolso que traía, sacando sus contenidos ligeramente. "Entre los escombros del castillo noté esto, es un pedazo de metal roto, pero mira, tiene el símbolo completo."

"¿Dónde lo encontraste? Creo haberlo visto antes, pero no estoy seguro."

Umiko sonrió de oreja a oreja, estaba segura de que él sabría algo. A fin de cuentas parecía tener una profunda relación con la familia Donquixote y aquel pedazo de metal estaba en el castillo de este.

"¡Lo sabía, si me puedes ayudar!" Afirmó dejando su bolso de lado y tomando a su contrario de los hombros. "Lo encontré en la armería, no había muchas cosas salvables del lugar luego de estar completamente destruido, pero estaba esto. Parece ser que era parte de una caja de transporte o algo."

Law se sorprendió por el contacto, frunciendo ligeramente el ceño cuando notó que el resto volvía de ver sus recompensas y el espadachín los veía fijamente, no quería ser parte de una disputa entre mugiwaras.

Para su mala suerte, fruncir el ceño en ese momento no fue una buena idea. Zoro observó la situación confundido, su nakama tomando alegremente de los hombros al siempre serio shichibukai y este último frunciendole el ceño a él. ¿A caso quería pelear?

Antes de que pudiera intervenir, Luffy se interpuso, llamando a Trafalgar alegremente.

"¡Torao, tenemos la misma recompensa!"

La chica se retiró nuevamente a su lugar y sonrió cuando notó que Zoro se dirigía hacía ella.

:¿Por qué ahora estás tan sonriente? ¿Qué hablaban tu y aquel?"

"¿Aquel? No seas grosero. ¿Te refieres a Torao? Nada, le estaba contando de algunas aventuras.

Antes de poder continuar, una fuerte lluvia de rocas enormes comenzó, colocando a todos alertas y preguntando por el navegador del barco.

"Verán, no tenemos navegador, éramos originalmente una banda de gangsters."

"¡El barco se hundirá! ¡Nami, salvanos!" Gritó Luffy preocupado, siendo seguido por Usopp, quien estaba en pánico.

"¡No puede ser! ¡Incluso luego de tanto considerarlo, escogimos el barco equivocado!"

"Solo tenemos que hacer nosotros algo al respecto." Espetó Zoro, desenvainando su espada.

"¡Si tan solo tuviéramos el equipamiento del Sunny con nosotros!" Lamentó Franky a un lado de Robin, quien reía levemente.

Law simplemente se limitó a suspirar irritado y buscó la mirada de Umiko, ella era la última de la tripulación que no había dicho nada, su última esperanza de no morir ahogado en el mar. La chica captó la mirada de ayuda y asintió, hace mucho no tenía que hacerlo, pero no significaba que no supiera navegar.

De un momento a otro, llamando la atención de todos, comenzó a gritar indicaciones, las miradas de sorpresa de sus nakamas no duraron mucho antes de seguir las órdenes al pie de la letra.

TERROR || Roronoa ZoroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora