Capítulo 8.

659 78 0
                                    

Narrador omnisciente.

Tras ser mandada a volar por los cielos por Bartholomew Kuma, Umiko perdió la conciencia por el extremo dolor de cabeza que sentía luego de emplear todo su poder. En ese tiempo fuera de si, impactó en el suelo de lo que parecía ser una isla llena de flora y fauna, a las raíces de un enorme árbol con casas sobre sus ramas.

Los habitantes de aquella selva se sorprendieron ante su extraña forma de llegar, por lo que se acercaron cautelosos de la extraña chica. Tan pronto se dieron cuenta de que estaba malherida e inconsistente, y por lo tanto no presentaba ningún peligro de momento, la llevaron con el medico del lugar para que curara sus heridas y así poder cuestionarla.

Kokai recuperó la conciencia luego de un largo rato y al moverse llamó la atención de la mujer que la vigilaba. Ésta dudando si llamar a alguien, se detuvo cuando vio la cara de horror y confusión que tenía la pelirroja.

"Hey..." llamó su contraria mientras se acercaba. "¿Te encuentras bien? No te haré daño, estás a salvo."

"No... Yo estaba... Yo estaba tratando de salvar a Zoro." habló con una voz ronca e ignorando a la mujer a su lado. "¡Mierda! ¡¿Cómo los veré a la cara siendo tan débil?!"

El escandalo llamó la atención de quienes esperaban fuera, quienes entraron preocupados y alerta. La recién llegada intentó salir de la camilla de prisa, pero cayó de rodillas por lo débil y exhausto que estaba su cuerpo.

Lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos desesperados e impactaban en el suelo de madera del lugar. Mantuvo su posición de rodillas y habló con una voz entrecortada. "Necesito ir con mis nakamas, por favor, petmitan que me vaya."

La gente de la selva no sabía que decir ante su evidente desesperación, y haciéndose a un lado, dejaron que pasara al establecimiento el que parecía ser el líder del lugar, quien se hincó junto a Umiko.

"Ruchin-sama." dijo alguien ante la presencia del anciano.

"No es necesario que te rebajes así ante nosotros, somos solo un pequeño pueblo de guerreros." explicó el mayor a la pelirroja mientras con la mano señalaba que el resto de los presentes se retirara.

"¿Me dejarán irme?..." preguntó ella. "De verdad aprecio que me hayan salvado, pero necesito volver."

"Claro, si eso es lo que quieres. Sin embargo, no solemos salir porque tenemos todo lo que necesitamos aquí, así que no hay ningún barco en buenas condiciones."

"Un barco es más que suficiente, puedo hacer arreglos menores rápidamente." contó la chica.

"¿Cuál es tu nombre?" cuestionó el anciano.

"Umiko Kokai."

"Umiko-chan, sé que tienes prisa, pero tu cuerpo y mente se encuentran en caos, deberías descansar al menos unas noches más."

"Pero yo... No, tiene razón. Igual no podría hacer nada si no estoy en un buen estado."

Él la ayudó a volver a la camilla y tomó asiento a un lado mientras comenzaba a explicar todo lo sucedido de momento, incluyendo el hecho de que había estado inconsistente un largo tiempo. Así mismo, comenzó a contarle acerca de su pequeño pueblo y sobre lo que hacían ellos.

Después de un rato ella cayó rendida nuevamente y el mayor salió con una pequeña sonrisa tras cubrirla con una cobija, pero pronto frunció el ceño recordando la noticia que había anunciado la marine.

En otro lado del mar, Zoro se encontraba recorriendo la oscura isla junto a Perona, quien lo estaba guiando a través del bosque hacía la bahía con la intención de que se fuera. Sin embargo, se dio una explosión que llamó la atención del peliverde, por lo que se desvió en dirección a aquel ruido. Al llegar se toparon con escombros en todo el lugar que parecían ser de una pelea reciente.

El espadachín sintió otra presencia aparte de él y la chica fantasma, colocó la mano en el mango de su espada y analizó los alrededores alerta. Más rápido de lo que podía ver, alguien se acercó atacándolo y por detrás comenzaron a salir más de ellos, rodeando a ambos.

Volviendo con la pelirroja, ya había recobrado la conciencia nuevamente y se encontraba sentada en su camilla mientras charlaba con la enfermera a su lado sobre sus nakamas y los recientes acontecimientos.

"¡Y luego el fantasma atravesó a los chicos y se deprimió! El más gracioso definitivamente fue Zoro, nunca lo imaginé así." contó riendo. "¿Puedes creerlo? No lo conozco de mucho, pero está claro que es una persona orgullosa, así que esa escena era una en un millón, definitivamente tenía que recordarla. ¡Oh, eso me recuerda! Luego de todo eso tomaron las sombras de 3 de ellos y los dejaron en el barco humillados, ¿quieres ver la foto?"

La enfermera, Rose, rió ante las anécdotas y a su vez trataba de procesar aquellos sucesos tan surrealistas. Contestando a la pregunta de la pirata, ella asintió curiosa y esperó que la chica le mostrara aquella imagen. Para su mala suerte, notó que la chica colocaba un semblante triste tras buscar entre sus pertenencias.

"Ah... Lo dejé en el barco, lo siento..."

La chica trató de cambiar de tema al verla triste y comenzó a hacer preguntas.

"Aquel chico de quien hablabas, Zoro, ¿es tu pareja?" cuestionó curiosa la enfermera.

"¡¿Zoro?! ¡No es eso! Solo hablaba de él porque es una persona interesante y fuerte. ¡Quiero decir, el resto también lo es, pero tu sabes! ¡Ah! ¡¿Te conté de Sanji?! ¡Su comida es la mejor!"

Nunca antes le habían preguntado sobre su vida romántica, por lo que reaccionó nerviosa y decidió cambiar de tema, hablando de los demás en su tripulación. Rose rió ante la reacción y decidió seguirle la conversación e ignorar aquello.

"Umiko-chan, ¿escuchaste las noticias? La marine tendrá una ejecución pública en marineford, será transmitida por todo el mundo."

"¿Una ejecución pública? Si es así entonces debieron de haber capturado a alguien importante."

"Sí, es 'Puño de Fuego' Ace, de la tripulación de Barbablanca. Dicen que puede estallar una guerra por ello."

La pirata cambió su mirada interesada a sorpresa y angustia, pues estaba enterada de la relación del comandante de la segunda división de los piratas de Barbablanca y Luffy.

"¿Cuándo? ¡¿Cuándo será eso?!" preguntó Kokai preocupada.

"Ya deben de estar transmitiendo, ¿por qué?"

La chica salió de la cama y corrió hasta donde estaban transmitiendo la pelea en aquella isla, y ante la escena del pirata de rodillas apretó los puños, pues estaba consciente de que no podría hacer nada al respecto estando a kilómetros de distancia. Tomó asiento en el lugar y comenzó a ver la escena expectante, en ese momento solo le mortificaba lo que que iba a suceder y la reacción de su capitán al respecto.

"Luffy..."

TERROR || Roronoa ZoroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora