Capítulo 13.

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Narrador omnisciente.

"¡Piratas!" llamó Neptune. "¡Les pido por favor que vayan a revisar la seguridad de la princesa!"

"¿Huh? ¿Por qué habríamos de obedecer a un rehén?" espetó Zoro.

"¡Silencio! ¡Shirahoshi es mi única hija y un desgraciado quiere matarla! ¡Si aprovecha esta oportunidad y se sale con la suya, les juro que los perseguiré hasta los fines de los mares!"

Brook, debido a su emoción por ver a la princesa sirena, se ofreció para ir a revisar y corrió hacía allá, llevándose al ministro de la derecha con él. Ahora los gyojin tenían otra preocupación con la princesa.

Umiko se levantó del suelo y caminó hacía una de las ventanas, confundiendo a sus nakamas. Antes de que que estos preguntaran algo, ella se giró sobre sus pies y habló riendo nerviosa. "¿Aquí hay tiburones gigantes que parece que sufren indigestión?" El resto la miró como si estuviera loca y ella rio más. "Fue lo que pensé, debo de dejar de beber tanto alcohol, alucino cosas. Hace rato también vi personas volando, ¿pueden creerlo?"

"¿Hacía dónde volaban esas personas?" preguntó nervioso el rey.

"¿Eh?" Antes de que ella pudiera contestar, múltiples gyojin entraron de manera brusca por la puerta, portando armas y de más. Pese a ser un gran número de piratas gyojin, fueron derrotados fácilmente gracias a la habilidad de Kokai, pero uno de ellos logró abrir la entrada para Hody y el resto de ellos, incluyendo a Decken.

Así mismo, se enteraron del supuesto secuestro de la princesa cuando Neptune acusó a Vander Decken de ello, pero al darse cuenta de que no estaba enterado se sorprendió. El capitán decidió usar su habilidad para buscar a Shirahoshi mientras Jones se encargaba de atacar a los guardias atados y al rey.

Hody destruyó las paredes del palacio y dejó el agua entrar, por lo que aquellos con habilidades y los humanos en general, se verían afectados. Al mismo tiempo tomó las gotas en su cuerpo y las lanzó con tanta fuerza que parecían flechas.

Al notar que Roronoa era el único que desviaba las "flechas" de agua al poderlas ver, Kokai se ocultó tras él mientras hacía su parte.

A pesar de que Umiko podía emplear su habilidad en el resto de sus enemigos, debido al debilitamiento por el agua de mar, no pudo hacer que todos sucumbieran a ella. Zoro comenzó a desatar a los guardias y rey, así como pidió al rey que ayudara a escapar a sus nakamas en lo que vencía a Jones.

Mientra tanto, Kokai ordenó a Keimi que llevara a Nami al bosque marino y los esperaran allí.

"¿Qué hay de ti?" cuestiono la navegante.

"¡Yo nada! ¡El imbecil de pelo verde se perderá si no me quedo con él!" contestó gritando debido a la distancia. "¡Además, aún necesito buscar ese log pose!"

Su contraria asintió de acuerdo y se fueron. Por su lado, la pesadilla de Grand Line le dió una mirada rápida al espadachín y considerando que estaría bien, corrió entre los pasillos del palacio buscando aquello que necesitaba.

Luego de un rato comenzó a desesperarse, había muchísimas habitaciones y pasillos, pero ninguno daba a una habitación de reliquias o algo por el estilo. Tras no encontrar absolutamente nada incluso después de un largo tiempo buscando, se dió por vencida y decidió salir del palacio por una de las grandes ventanas con sigilo, en caso de que aún hubiera piratas gyojin en los alrededores.

Tras asomarse a la sala principal y notar que sus nakamas y los guardias ya no estaban ahí, se maldijo mentalmente al darse cuenta que no sabía el camino al bosque marino.

Colocó su arma en su espalda y comenzó a cuestionar como haría para ir.

Estaba acostumbrada a ejercitarse durante largos periodos de tiempo y tenía una buena condición física, pues estando en aquella isla en la que fue a parar hace dos años, su entrenamiento no solo era entorno a su habilidad, sino también en cuanto a la fuerza bruta y estrategias de batalla. Pese a todo su esfuerzo, no podía evitar no nadar. Nuevamente insultó cosas al azar, desde su habilidad hasta sus nakamas que la dejaron ahí cuando ella se los pidió.

"'Llévate a mis nakamas, yo estaré bien'." arremedó irónica la chica al recordar las palabras de Zoro. "Estúpido marimo. Estúpida yo porque me quedé, ni siquiera me esperó."

Umiko dió un solo aplauso al recordar que portaba un den den mushi bebé en su pantalón. Lo sacó rápidamente y trató de contactar a Usopp, quien tenía el otro dispositivo.

"¡Umiko! ¿Eres tu?" cuestionó su contrario al otro lado de la línea.

"¡Ah, Usopp, que alegría! ¡¿Dónde diablos están?! ¡¿Se encuentran bien?!"

"Sí, Brook, Zoro y yo salimos no hace mucho del palacio junto al rey. ¿Y tu?

"Estoy en el palacio oculta, los piratas gyojin siguen rondando por aquí."

"Espera, parece que tenemos problemas, te contacto luego." Usopp cortó la llamada y Kokai guardó nuevamente el den den mushi en su ropa, alzó la mirada y observó detenidamente su alrededor en busca de algo, un coral burbuja. Debido a que la burbuja que portaba era pequeña y solo estaba sobre su cabeza, sus fuerzas se iban cada vez más rápido.

Pronto sus fuerzas restantes desaparecieron y no pudo hacer más, quedándose sentada junto a la pared de uno de los grandes pasillos, solo dedicándose a respirar aquel aire en la pequeña burbuja alrededor de su cabeza.

Cerró los ojos exhausta, pero los abrió al sentir algo contra su pierna. Era un pez que portaba el coral que necesitaba en su hocico. La chica lo tomó agradecida mientras palmeaba el lomo del pez feliz y lo usó para hacer una burbuja del tamaño de su cuerpo.

Comenzó a correr entre los pasillos, deteniendose sigilosamente en uno al escuchar voces y el sonido de agua correr.

"¡Así de inferiores son los humanos, se mueren con solo un poco de agua! ¡Sombrero de Paja Luffy, la muerte de tus nakamas servirá de ejemplo para el resto de humanos!"

Por un lado las voces se oían lejanas, pero aquel sonido de agua, similar a llenar una tina, era fuerte y claro, era evidente que estaba cerca suyo. Estaba apunto de evitarlo, pues ella en el agua no era muy útil, sin embargo los gritos de sus nakamas la forzaron a ir.

Como no había nada similar a una entrada, su única opción era la de entrar por el mismo lugar por donde ingresaba el agua, y eso hizo. Entró a aquella especie de tubería y giró múltiples veces, mareandola una vez llegó dentro del lugar donde el nivel del agua solo subía.

"¡Mierda, voy a vomitar!" espetó ella una vez se sentó dentro de su burbuja flotante.

"¡Umiko, ¿eres tu?!"

"¡Usopp!" gritó devuelta por la distancia. "¡¿Están bien?! ¡Vine a ayudarlos!"

"¿Cómo piensas ayudarnos si no puedes llegar hasta acá y eres inútil en el agua?" cuestionó Zoro irónico en un susurro.

"¡Hey! ¡Escuché eso! ¡Entonces supongo no querrás usar mi maravilloso coral burbuja una vez el agua llegue a ustedes! ¡Imbecil!"

"¡No! ¡Umiko, él no sabe lo que dice!"

"¡Solo bromeo, díganme que es lo que sucede ahí arriba! ¡¿Están atados?!"

"Sí." respondió Usopp ahora sin gritar, pues la distancia era menos. "Estamos atados con cadenas y no tenemos armas."

la chica comenzó a reír a carcajadas burlonas y molestó al espadachín. "¡¿No puedes hacer nada sin tus espadas?!" y continuó riendo a punto de llorar.

"¡Cállate! ¡Las romperé justo ahora!"

"¡Espera, espera! ¡Estoy bromeando, calma! Tengo mi espada, ¿te sirve?"

"Sí, solo llega aquí rápido." contestó su contrario aún molesto.

La pirata sacó su brazo y espada fuera de la burbuja con cuidado y apuntó con uno de sus ojos cerrados, apretó el mango de su arma con fuerza y la lanzó como si fuera una lanza, atravesando las rejas de la jaula, cayendo en brook, quien no moriría si lo atravesaba.

Zoro sonrió y tomó la espada listo para liberarse.

TERROR || Roronoa ZoroWhere stories live. Discover now