48.- indiscreción

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En el recuerdo, Lisa se encuentra de nuevo en aquella clase de guitarra, rodeada del sonido de las cuerdas y la emoción del aprendizaje. Jennie, sentada a su lado, ajusta los acordes mientras comparten risas.

—¿Cómo conseguiste ese ritmo tan rápido?— pregunta Jennie mirando a la guitarra de Lisa

—Práctica, práctica y más práctica. ¿Quieres intentarlo juntas?—

Jennie asiente emocionada y comienza a seguir los movimientos de Lisa, tratando de imitar su destreza. A medida que avanzan en la canción, la atmósfera se llena de complicidad y alegría.

Entre risas y notas desafinadas, su amistad se fortaleció. Con el tiempo, esos momentos se volvieron más íntimos, más profundos.

—¿Qué te trajo a esta clase?—

—Si te digo la verdad, necesitaba un motivo para conocerte.— responde Lisa

Las palabras de Lisa hacen que el corazón de Jennie dé un vuelco. Ella había sentido una conexión especial desde el primer día, pero escuchar que Lisa también había sentido lo mismo la llena de emoción.

A medida que avanzaban las semanas, sus encuentros en la clase de guitarra se convirtieron en algo más que simples lecciones musicales. Se quedaban después de clase para practicar juntas, compartiendo historias y confidencias mientras las horas pasaban volando.

El lazo entre ellas se fue fortaleciendo con cada risa compartida, cada mirada cómplice, hasta que se convirtieron en inseparables. Y así, en aquella pequeña clase de guitarra, comenzó una amistad que cambiaría sus vidas para siempre.

Sus vínculos crecieron más allá de las clases de guitarra, explorando juntas la ciudad, compartiendo sueños y aspiraciones. Cada día se volvían más cercanas, más confiadas la una en la otra.

Y en medio de todo eso, surgió un sentimiento más profundo. Un sentimiento que ninguno de ellas había anticipado, pero que crecía con cada sonrisa compartida, cada mirada furtiva.

Fue en una tarde de verano, bajo el cielo estrellado, que Lisa tomó la mano de Jennie y le confesó lo que sentía. El corazón de Jennie latía con fuerza mientras escuchaba las palabras de Lisa, sintiendo que el mundo se detenía a su alrededor.

Desde ese momento, su amistad se transformó en algo más. Se convirtieron en cómplices, amantes, almas gemelas destinadas a estar juntas. Y así, en aquel rincón de la ciudad, comenzó una historia de amor que perduraría para siempre.

De vuelta al presente, Lisa se encuentra sumergida en aquellos recuerdos compartidos con Jennie, sonriendo con nostalgia mientras el pasado cobraba vida en su mente contándole a Rosé

—Eso fue realmente hermoso, su historia tan bonita—

—Sí, fue un tiempo realmente especial para mí.—

Rosé asiente con una sonrisa, Lisa mira a Rosé con una sonrisa cálida,

—Sabes, me caes muy bien, Rosé. Deberíamos quedar como familia, siendo esposas de las mujeres Kim.— ríe

Rosé se sonroja ligeramente ante la propuesta, pero asiente con una sonrisa tímida, sintiendo la calidez de la amistad que están construyendo.

—sí, me encantaría. Seria increíble, amo demasiado a Jisoo, realmente cuando la vi otra vez después de 5 años, yo quería ir por ella y abrazarla, besarla y decirle cuánto me hacía falta, pero en ese momento aún nos encontrabamos con los traidores hipócritas — frunció el ceño

Lisa asintió comprendiendo

Quedando las dos un momento en silencio, cuando escucharon su nombre llamando desde la cocina

Hearts In Love - ChaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora