Hearts In Love - Chaesoo

25.- dolor

En los días que siguieron a la noticia de la boda inminente, el dolor de Jisoo y Rosé se manifestaba en cada rincón de sus vidas. Las mañanas traían consigo la pesadez de un destino impuesto, y las noches se convertían en un escenario donde los susurros del amor prohibido resonaban en la penumbra.

Jisoo caminaba por los pasillos familiares con el peso de la tristeza en sus hombros. Cada habitación, antes llena de risas compartidas con Rosé, se había transformado en un recordatorio doloroso de lo que estaba a punto de perder. La luz del día perdía su brillo ante la sombra de una boda que se cernía como una nube oscura sobre su corazón.

Las noches de Rosé, en cambio, se convertían en un campo de batalla interno.

Rosé, envuelta en las sábanas que alguna vez compartió con Jisoo, se sumía en la agonía de la soledad. Susurros de 'te amo' se perdían en la oscuridad de la habitación, ahogados por el silencio que acompañaba su lecho vacío. Cada latido de su corazón resonaba con el eco de un amor que no estaba destinado a florecer.

Jisoo, con lágrimas que se deslizaban silenciosas por su rostro, repetía en su mente las promesas que una vez hizo a Rosé. 'No importa lo que suceda, siempre estaremos juntas', resonaban las palabras ahora distorsionadas por la cruel realidad. La elección entre amor y deber se volvía una encrucijada insoportable.

Rosé, al borde del colapso emocional, buscaba en las estrellas en la noche la respuesta a su angustia. '¿Por qué nos quitan lo que más amamos?' se preguntaba en un susurro apagado, mientras las lágrimas dejaban senderos en sus mejillas.

El dolor de Jisoo y Rosé, aunque silenciado en público, se convertía en una tormenta interna que amenazaba con arrasar todo a su paso. Sus corazones, una vez unidos en la promesa del amor eterno, ahora se veían sometidos a la cruel realidad de una separación impuesta.

Los días pasaban como un espectro interminable de melancolía para Jisoo y Rosé. La sonrisa en los labios de Jisoo ocultaba las lágrimas que amenazaban con desbordarse en cualquier momento. Cada paso que daba hacia la boda aumentaba el peso en sus hombros, mientras la felicidad se desvanecía como una sombra que se escapa al atardecer.

En el rincón más íntimo de su ser, Rosé lidiaba con el dolor en silencio. Su rostro, una máscara de valentía, ocultaba la tormenta emocional que rugía en su interior. Cada noche, cuando las estrellas asomaban en el cielo, sus ojos reflejaban el brillo de un amor que se desvanecía en la distancia.

Jisoo, al mirarse al espejo, se preguntaba en un susurro tembloroso: '¿Cómo llegamos a esto? ¿Cómo dejamos que nos arrebataran nuestra felicidad?'. La imagen reflejada no le devolvía respuestas, solo la mirada angustiada de una mujer atrapada en una jaula de expectativas.

Rosé, con el corazón en un puño, se acunaba a sí misma en la penumbra de su habitación. '¿Por qué amarla duele tanto?' se cuestionaba, sintiendo el peso de un destino que parecía conspirar en su contra. La lucha entre el deseo de huir y la aceptación de la realidad se convertía en una batalla que libraba en la soledad de la noche.

El dolor de las dos chicas se volvía palpable en cada página de su historia, creando una narrativa envuelta en una tristeza profunda que amenazaba con ahogar la esencia misma de su amor. La cruel realidad de sus circunstancias tejía una telaraña oscura alrededor de sus corazones, con el futuro dibujando sombras cada vez más ominosas sobre su historia compartida.

El dolor en el corazón de Rosé se entrelazaba con la confusión y la pregunta sin respuesta sobre el aparente silencio de Jisoo. La sensación de abandono y la ausencia de una lucha por su amor dejaban cicatrices en el alma de Rosé.

Rosé, con lágrimas resbalando por sus mejillas, se preguntaba en silencio por qué Jisoo no peleó por ellas. El eco de los 'te amo' compartidos se perdía en el aire, y la incertidumbre carcomía su corazón. Si Jisoo la amaba tanto, ¿por qué no desafiaba las expectativas impuestas y luchaba por su amor?

En el silencio de la noche, Rosé se sumía en una introspección dolorosa. 'Si me amaba de verdad, ¿por qué no peleó contra todo esto? ¿Por qué nos dejó desvanecer así?' se preguntaba mientras el eco de los días compartidos resonaba en su mente, ahora nublada por la tristeza.

El conflicto interno de Rosé añadía capas de complejidad a la historia, llevando consigo la angustia de sentir que su amor no fue suficiente para inspirar una resistencia contra las fuerzas que amenazaban con separarlas. La narrativa se sumergía en los matices de la desilusión y el anhelo, explorando los recovecos emocionales de dos almas destinadas a desgarrarse.

Un día mientras Rosé encontraba sentada, simplemente mirando al cielo El tono del teléfono resonó en la quietud de la casa de Rosé, y la pantalla mostró el nombre de Hyunjin, el hermano de su mejor amiga, Yeji. Sin sospechar la gravedad de la noticia que estaba a punto de recibir, Rosé respondió con un saludo casual.

-Hola, Rosé. ¿Cómo estás?- su tono de voz era algo bajó y sensible

Rosé respondió, sin percatarse de la sombra que se cernía sobre la conversación.

- Es sobre Yeji-

La voz de Hyunjin llevaba consigo un peso inusual, como si las palabras que estaba a punto de pronunciar fueran difíciles de expresar. Un escalofrío recorrió la espalda de Rosé, y en ese instante, la atmósfera cambió, dejando espacio para la noticia que cambiaría su mundo de manera irrevocable.