Hearts In Love - Chaesoo

41.- prioridad

El pequeño Minjun llega hasta donde están Jennie y Lisa, sus pequeños pasos resonando en la habitación mientras se acerca a ellas. Jennie, con una sonrisa cariñosa, se inclina hacia el niño

—¿Dónde está tu mami, Minjun?— le pregunta con ternura

El niño balbucea unas palabras incomprensibles, su pequeña mente tratando de formar las palabras adecuadas. Finalmente, con un gesto hacia la dirección en la que se fue Jisoo, Minjun responde:

—Ella... quedó con la cantante—

Jennie se sorprende ante la respuesta del pequeño, sus cejas frunciéndose ligeramente mientras procesa la información. Si bien Jennie está al tanto de la historia entre Jisoo y Rosé, no puede evitar sentirse intrigada por la conexión entre su hermana y la cantante.

—¿Con la cantante..?— repite Jennie, su voz llena de sorpresa mientras intercambia una mirada significativa con Lisa. —Eso es interesante—

Lisa asiente con una sonrisa, su mirada reflejando una comprensión silenciosa de la situación.

Mientras Minjun juega alegremente a su alrededor, Jennie y Lisa comparten una mirada significativa, saben que las cosas podrían complicarse, también están dispuestas a apoyar a Jisoo en su búsqueda de la felicidad y la redención.
Con una mirada de tristeza en sus ojos, Jisoo llega al lugar donde está Jennie y su novia, su corazón cargado de emociones mientras enfrenta las consecuencias de sus acciones pasadas. Jennie la observa con preocupación, sintiendo el peso del dolor que su hermana lleva consigo.

Antes de que puedan decir algo, Minjun interrumpe

—Mami mami, llévame a un juego— abrazo a Jisoo por las piernas con su inocente solicitud de ir a un juego. Jisoo solo asintió, Lisa al ver la situación Lisa, se ofrece a llevarlo, ofreciendo una sonrisa reconfortante a Jennie y a Jisoo.

—Vamos, Minjun, te llevaré al juego— dice Lisa con amabilidad, su mano extendida hacia el niño. —Será divertido, ¿verdad?—

Minjun asiente emocionado, tomando la mano de Lisa con entusiasmo. Jennie observa la escena con una sonrisa suave, agradecida por la presencia de Lisa y la alegría que trae consigo.

Una vez que Lisa y Minjun se van, Jennie se acerca a Jisoo con cuidado, su corazón lleno de preocupación por su hermana.

—¿Estás bien, Jisoo?— pregunta Jennie con suavidad, colocando una mano reconfortante sobre el hombro de su hermana. —Puedes hablar conmigo, sabes.—

Jisoo mira a su hermana con los ojos llenos de tristeza y pesar, sintiendo el peso de sus confesiones mientras enfrenta la realidad de sus acciones.

—Jennie, necesito contarte lo que pasó— comienza Jisoo con voz temblorosa —Hablé con Rosé... le confesé todo, le dije que la amo y que siempre la he amado—

Jennie escucha en silencio, su corazón lleno de compasión por su hermana mientras procesa la profundidad del dolor que lleva consigo.

—Lo siento, Jennie— continúa Jisoo con voz entrecortada, las lágrimas brotando en sus ojos mientras enfrenta la realidad de sus acciones. —Sé que cometí errores, sé que lastimé a Rosé—

Jennie coloca una mano reconfortante sobre el hombro de su hermana, ofreciéndole un gesto de apoyo en medio de su dolor.

—Estoy aquí para ti, Jisoo— murmura Jennie con suavidad, su voz llena de compasión y amor. —Siempre estaré aquí para ti, pase lo que pase—

Jisoo observa con melancolía la escena frente a ella, donde Lisa juega alegremente con Minjun. Una sonrisa triste se forma en sus labios mientras se vuelve hacia Jennie, sus ojos reflejando una mezcla de nostalgia y resignación.

—Jennie, eres muy afortunada de tener al amor de tu vida contigo— murmura Jisoo con sinceridad, su voz cargada de emoción mientras contempla el amor entre su hermana y Lisa. —Me alegra que nuestros padres no sepan nada de ustedes dos... al menos eso es algo bueno en medio de toda esta confusión—

Jennie asiente con comprensión, su corazón lleno de gratitud por la presencia de Lisa en su vida y el amor que comparten. Aunque sabe que su relación no ha sido fácil, también sabe que cada momento juntas ha valido la pena.

—Gracias, Jisoo— responde Jennie con suavidad, su voz llena de gratitud y amor hacia su hermana. —Eres mi apoyo más grande, y siempre te agradeceré por eso—

Con un suspiro de resignación, Jisoo se prepara para enfrentar las consecuencias de sus acciones y buscar la redención que tanto necesita. Aunque el camino hacia la reconciliación será largo y difícil, también hay una chispa de esperanza mientras contempla la posibilidad de un futuro más brillante, uno en el que finalmente pueda encontrar la paz y la felicidad que tanto anhela.

Rosé termina de alistar sus cosas, su corazón pesado por lo que acaba de presenciar de Jisoo. Aunque gran parte de ella aún la ama, sabe que su compromiso con Joy es su prioridad.

El dolor y la confusión se entrelazan en su mente mientras lucha por procesar sus emociones. A pesar de todo lo que ha pasado entre ella y Jisoo, el amor que una vez compartieron sigue ardiendo en lo más profundo de su corazón.

Sus manos tiemblan ligeramente mientras guarda sus pertenencias, su mente llena de recuerdos de los momentos felices que compartió con Jisoo. Aunque sabe que debe seguir adelante con su vida, es difícil dejar atrás esos recuerdos y sentimientos.

Con un suspiro pesado, Rosé se obliga a sí misma a mantenerse firme en su decisión. Aunque parte de ella todavía anhela lo que una vez tuvo con Jisoo, sabe que su futuro está con Joy, la mujer a la que ama con todo su ser.

Mientras cierra su maleta, una lágrima solitaria rueda por su mejilla, su corazón lleno de dolor por lo que pudo haber sido. A pesar de todo, sigue adelante con determinación, sabiendo que el amor que siente por Joy es su mayor tesoro y su mayor fortaleza.

Con un último vistazo a la habitación, Rosé se despide de los recuerdos del pasado, lista para enfrentar el futuro con valentía y esperanza. Aunque el camino hacia la felicidad puede ser difícil, sabe que con el amor y el apoyo de Joy a su lado, puede superar cualquier obstáculo que se interponga en su camino.

Al salir de ahí, Rosé observa el lugar viendo que no miraba a su amada, ella busca a Joy por todos lados, con la esperanza de encontrarla y sentir su presencia reconfortante. Cuando finalmente la ve aparecer, siente un alivio momentáneo, pero también una extraña sensación de desconcierto.

—¿Dónde estabas?— pregunta Rosé con una mezcla de preocupación y confusión en su voz, pero antes de que Joy pueda responder, la interrumpe con un beso repentino.

—No importa— murmura Rosé con determinación, sus ojos buscando los de Joy mientras le da un beso suave pero apasionado. —Ya es hora de irnos.—

Joy se sorprende ante la repentina acción de Rosé, pero no puede evitar sonreír ante su determinación.